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ETA: «Lo dejo, no lo dejo…»

Durante poco más de medio siglo, la organización terrorista ha logrado convulsionar con violencia la vida política española.

Ahora, ETA recorre en estos momentos el tramo final de su historia.

En eso coinciden las Fuerzas de Seguridad del Estado que han dedicado todo este tiempo a combatirla y aquellos que han justificado sus atentados antes y después de la llegada de la democracia.

Pero ninguno de ellos se atreve a poner fecha a ese final.

Sólo el pasado alberga certezas y una de ellas dice que un día como hoy, hace 37 años, el grupo cometió su atentado más influyente en la historia de España: el asesinato del penúltimo presidente del Gobierno del franquismo, el almirante Luis Carrero Blanco.

Lo que está claro es que algo se mueve en el entorno de ETA.

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, ha manifestado en la últimas horas que esta ocasión «es la buena«, en relación al posible fin de la violencia de ETA y la incorporación de Batasuna a las vías exclusivamente políticas.

Y ha añadido más: «Hay una sensación de irreversibilidad, de que un ciclo de combinación de la estrategia política-militar, como ellos lo denominan, se acaba, y de que no hay vuelta atrás«.

Sobre la difusión de un próximo comunicado de ETA, Egibar ha destacado que «por deseado y esperado, será importante», aunque ha matizado que habrá que esperar a conocer el contenido y si incluye «la voluntad de cese definitivo de la violencia».

BATASUNA

Lo cierto es que la izquierda abertzale anunció la semana pasada que presentará en enero su nueva formación con unos estatutos que se ajusten «a rajatabla» y sin «trampa» a la Ley de Partidos para concurrir en mayo a las elecciones municipales y forales del País Vasco y Navarra.

Pero lo interesante de todo, es que la antigua Batasuna y Eusko Alkartasuna prevén presentarse con la misma marca.

Según un anexo del documento Lortu Arte (Hasta Conseguirlo) -firmado el pasado 20 de junio en Bilbao-, las dos formaciones llevarían de manera conjunta su compromiso de defender la «soberanía nacional» de Euskal Herria frente a España y Francia.

Eso en cuanto a las elecciones para diputaciones y capitales; porque a nivel municipal, tanto uno como otro pretenden presentarse de manera separada e independiente.

Lo que toca, a partir de ahora, es tomar decisiones.

El Gobierno (y probablemente el Tribunal Supremo) deberá decidir entonces si acepta su inscripción en el Registro de Partidos, o si la rechaza al entender que es un sucesor de la ilegalizada Batasuna.

En anteriores procesos de ilegalización, policías, fiscales y jueces concedieron gran relevancia a encontrar vínculos de los dirigentes o promotores de la formación investigada con el mundo de Batasuna.

En esta ocasión, es la propia izquierda abertzale quien se presenta como impulsora del nuevo partido, pero al mismo tiempo alega que ello no puede ser motivo de ilegalización porque Batasuna ya es “otra”.

Una metamorfosis que tendría su máxima expresión en el rechazo a la violencia.

La clave, por tanto, será saber si Batasuna es verdaderamente “otra”, o es “la misma” de siempre con nuevos ropajes.

Y habrá dos elementos determinantes: que el nuevo partido condene con claridad la actividad de ETA.

Y, segundo, que se compruebe que su metamorfosis es sincera. O, dicho de otra forma, que las fuerzas policiales no puedan demostrar que Batasuna sigue actuando a las órdenes de la banda.

Si la nueva formación supera ambas pruebas, deberá ser legalizada, ya que la jurisprudencia del Supremo jamás ha exigido la desaparición de la banda terrorista como condición para que un partido independentista vasco sea legal.

Prueba de ello es Aralar.

A día de hoy, hay un aparente pulso entre ETA y Batasuna por dirimir quién manda en ese mundo. Eso es así.

La banda no acaba de declarar el alto el fuego verificable que le pide Batasuna, pero tampoco niega que vaya a hacerlo.

El hecho de que lo esté consultando entre veteranos en el retiro podría indicar que su cúpula está dividida.

Ese retraso condiciona a su vez la estrategia de Batasuna, forzada a multiplicar las iniciativas tendentes a acreditar su desvinculación de la banda, a fin de poder participar en las elecciones de mayo.

Pero, en todo caso, son iniciativas cautelosas para evitar una ruptura formal con ETA y el pasado compartido con ella.

El Gobierno es claro en este asunto: o consiguen que ETA lo deje, o ellos dejan a ETA.

No le vale a Zapatero que sólo hablen de «rechazo de la violencia y la amenaza de usarla», de ahí su escepticismo.

CÁRCELES

Mientras tanto, en las prisiones hay que algo que está cambiando también.

Hay presos ‘políticos’ que ya no quieren ni ver, ni escuchar, ni hablar de lo que se presupone que no deberían hacer: criticar las acciones violentas pasadas de la banda.

Así, el colectivo de presos disidentes de ETA camina lenta pero implacable.

El Ministerio del Interior, consciente de ello (del arrepentimiento de ciertos capos) ha extendido el proceso de reinserción con la concesión de permisos en Navidad a dos reclusos y la formación en el exterior, de lunes a viernes, a un tercero.

Algo que no es nuevo; de hecho, los primeros permisos se remontan a la pasada Navidad, pero ahora se hacen públicos por primera vez los autos del juez de vigilancia penitenciaria que las autorizan.

Ya son cuatro los reclusos de Nanclares de Oca (Álava) que después de abandonar el colectivo de presos de ETA, haber perdido perdón a sus víctimas por escrito y tener cumplida la mitad de la condena, han sido clasificados con el artículo 100.2 del Régimen Penitenciario. Lo que les permite salir entre semana, regresando para dormir.

En ese colectivo (integrado por Joseba Urrosolo Sistiaga, Kepa Pikabea, Carmen Gisasola, Jurgi Oteiza, Andoni Alza, Rafa Caride Simón, Ibon Etxezarreta y Josu García Corporales) -autodenominado ‘Presos comprometidos con el Irreversible Proceso de Paz‘-, manifiesta su convicción de que tanto en Batasuna como en las cárceles «se están dando pasos para cerrar el ciclo de la lucha armada«, que tiene que «terminar» porque está «fuera de lugar«.

Asimismo, añaden que «sirve de poco hablar de tregua permanente y verificable si no se ha decidido dejarlo definitivamente».

Pero, no todos los presos piensan de la misma manera.

Y es que muchos de los que reniegan de la banda en privado y no acatan las consignas de ETA, renuncian sin embargo a acogerse al proceso de reinserción, con la esperanza puesta en una solución colectiva pactada entre el Gobierno y la organización terrorista.

Y más ahora, ante la expectación que ha levantado el posible y más que esperado comunicado de ETA que se espere amplíe a «verificable, permanente y unilateral» los términos de su alto el fuego.

Lo que sería absurdo sería negar los cambios en marcha en ese mundo abertzale.

Aunque también lo sería ignorar que ha sido la firmeza y exigencia de los partidos democráticos lo que ha hecho que digan hoy cosas que habrían sido impensables hace un año.

Se trata por tanto de encontrar un equilibrio entre esa firmeza, de nuevo avalada por el Tribunal de Estrasburgo (que volvió a avalar la ley de partidos al ratificar la anulación de listas con las que Batasuna trataba de participar en las elecciones de 2007), y la conveniencia de mantener el principio de que la prohibición es una medida excepcional que puede decaer si hay garantías de ruptura real con la banda, con lo que pueda hacer y con lo que ha hecho con la complacencia de su brazo político: 829 asesinatos.


+ info en ETA, alto el fuego

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

La alarma se normaliza

Sin sorpresas.

Gracias a la abstención del PP, y el voto favorable de los nacionalistas vascos y canarios, el Gobierno del PSOE  ha podido ampliar el periodo del estado de alarma en la navegación aérea hasta el 15 de enero.

Es decir (y se dice pronto), un mes más…

LA CRÓNICA DE UN CAOS ANUNCIADO

El Gobierno de Zapatero había incorporado a su currículum el dudoso éxito de ser el primero de la democracia española en decretar el estado de alarma.

El presidente ha decidido ir todavía más lejos: con la prórroga se propone convertir la excepción en normalidad. Y utilizarla como lo que nunca puede ser: un instrumento preventivo.

Dos pasos más propios de la cultura política autoritaria que de la democrática.

Lo que está claro es que la única verdadera y dramática excepcionalidad que hay en este país es una tasa del 20% de paro. Y no ha sido esta la que ha provocado el estado de alarma.

Hace poco más de una semana, cuando el Ejecutivo decretó el estado de alarma -en caliente y en pleno caos aéreo-, tuvo el apoyo unánime de todos contra los controladores.

Ahora, con la decisión de la prórroga se ha producido un cierto efecto rebote que ha hecho que el asunto se vuelva en su contra.

El caos y los conflictos terminan por causar daño a quien gobierna y sirven para incrementar la impresión de desastre y desgobierno. Más aún en el momento en el que el Gobierno vive su peor momento y da imagen de final de ciclo y derrota.

En caliente, los ciudadanos piden amparo al Gobierno y en frío, les cuesta entender una medida extrema sin ver cerca la causa.

Pero, ¿por qué el Gobierno prorroga un mes más el estado de alarma?

Quizás se deba a que entre dos males, Zapatero ha elegido entre el único que no es letal para él a corto plazo. Entre la peste y el cólera ha optado por el que cree que le mantiene vivo, aunque prolongue su agonía.

Entre tener un desgaste por las críticas a la prórroga y el riesgo de un nuevo caos que le dé la puntilla, Zapatero ha tenido que optar. Es lo que tiene estar pendiente de un hilo, que la capacidad de elección apenas existe y las posibilidades de asumir riesgos son limitadas.

Un nuevo caos aéreo en las vacaciones de Navidad provocaría la caída definitiva del Gobierno.

La prórroga del estado de alarma no le evita el desgaste de mantener en frío -una vez superado el caos- una medida tan extrema. Pero, al menos, le mantiene con vida.

Y el Partido Popular, por su parte, ha encontrado una nueva herida en la que hurgar. Abiertamente se ha subido al carro de la crítica al Gobierno por la crisis de los controladores.

El PP quiere explotar la vía de la mala gestión del Gobierno que nos conduce a esta situación.

El PSOE y el Ejecutivo han encontrado el camino para huir de las críticas en la denuncia de las cesiones de los ministros de Fomento del PP a los chantajes de los controladores.

Rajoy ejerce de Rajoy, y mantiene la indecisión sobre el sentido de su voto.

SITUACIÓN ANÓMALA

“Si lo llega a hacer…” es un test infalible.

Pensemos, por tanto, qué habría pasado “si lo llega a hacer el PP”, lo que estarían hoy diciendo muchos. Qué dirían los mismos medios que hoy respaldan con entusiasmo la vía militar “si lo llega a hacer Hugo Chávez”.

Lo cierto es que con tan poca cosa se activa el estado de alarma. Y, oye, mira que en tres décadas han pasado cosas tanto o más graves que un cierre del espacio aéreo…

Es obvio que algo tenía que hacer el gobierno ante el plante de los controladores, pero ¿era necesario recurrir a su militarización y decretar el estado de alarma?

Habría que pensar si el transporte aéreo es tan vital, si no podríamos vivir unos pocos días sin volar.

Pero incluso admitiendo esto: ¿No había otra solución?

¿No cabe suponer que los controladores habrían vuelto al trabajo en uno o dos días, sometidos a enorme presión y amenazados con graves sanciones laborales y penales (ocho años de cárcel pide la fiscalía) y con pagar de su bolsillo daños e indemnizaciones?

Si la respuesta es no (si no cabría otra solución), llegamos a otra pregunta: ¿no se podía haber hecho algo antes, para no llegar a este punto límite?

Algo habrá que hacer, porque cualquier día habrá que devolver los militares a sus cuarteles.

En todo caso, esperemos que no se convierta en costumbre enviar a los militares a la calle así como así, sino este país va a parecer la España de otros tiempos.

GESTIÓN AEROPUERTUARIA

Hasta hoy la gestión de los aeropuertos españoles es más que peculiar.

España es el único país con un número importante de aeropuertos que tiene su gestión centralizada.

Sus controladores ganas tres veces más que los británicos, por poner un ejemplo.

AENA, adscrita al Ministerio de Fomento, se encarga de gestionar casi todos los aeropuertos españoles y es la propietaria de todas las instalaciones asociadas a estos.

Así, desde este organismo se toman las decisiones sobre inversiones, derechos de aterrizaje y despegue y las negociaciones con las compañías aéreas. En otros países del rango y el tamaño de España esto sencillamente no existe, pues cada aeropuerto se gestiona por sí mismo.

Carme Miralles-Guasch es profesora de Geografía Urbana. Y opina que «los aeropuertos de hoy ya no son sólo lugares donde despegan y aterrizan aviones, sino piezas clave de las condiciones territoriales y económicas de las macrorregiones, pues a través de ellos se decide qué conexiones internacionales se priorizan en relación a los perfiles y potencialidades de cada una de ellas».

«Es, pues, de vital importancia el debate sobre una nueva gestión de los aeropuertos españoles. No es sólo una cuestión coyuntural ligada a la situación económica, por lo que el debate no se puede centrar únicamente en si la gestión debe ser pública o privada. La cuestión es estructural y concierne a la competitividad y a la generación de riqueza de estas infraestructuras en su entorno más inmediato y con una gestión no centralizada del sistema», añade Miralles-Guasch.

Así pues, ésta parece ser una de las asignaturas pendientes de la España moderna.

Y no resolverla, nos empobrece.

1 ª parte, en Controladores aéreos, en las nubes

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

ETA, alto el fuego

La cadena de tv británica BBC y el periódico jeltzale GARA, lo acaban de anunciar: el alto el fuego por parte de la banda terrorista ETA (creada en Euskadi/País Vasco en 1959, al albor de la dictadura franquista en España).

Ver video aquí

La emisora pública británica ha tenido acceso a un vídeo en el que asegura que la organización terrorista, a la que como casi siempre califica como «grupo separatista armado vasco«, tomó la decisión «hace meses» para «poner en marcha un proceso democrático«.

Según la declaración recibida a la redacción del periódico vasco -afín a la ideología independentista- ETA se reafirma en el compromiso con una solución democrática para que, a través del diálogo y la negociación, los ciudadanos vascos podamos decidir nuestro futuro de forma libre (…) Si el Gobierno de España tiene voluntad, ETA está dispuesta, hoy igual que ayer, para emprender el proceso democrático.

Y añaden (…) «Queremos hacer un llamamiento al conjunto de los ciudadanos vascos para que se impliquen y continúen la lucha. Cada cual en su propio ámbito, ofrecido cada uno su nivel de compromiso, para que con la riada compuesta por las gotas de todos podamos derruir el muro de la negación y dar pasos irreversibles en el camino de la libertad».

De ser cierto, sería -sin duda- la noticia del año. En todo caso, todavía se desconoce si es temporal o definitivo ese alto el fuego. Ni presupone tal documento si habrá entrega de armas.

HISTORIA DE ETA: La dictadura del terror

31 de julio de 1959– Un grupo de estudiantes radicales disidentes del colectivo EKIN –nacido en 1952 para reaccionar contra la pasividad y el acomodo que en su opinión padecía el PNV- funda Euskadi Ta Askatasuna (Euskadi y Libertad). Es el nacimiento de ETA, una alternativa ideológica a los postulados del Partido Nacionalista Vasco con cuatro pilares básicos: la defensa del euskara, el etnicismo (como fase superadora del racismo), el antiespañolismo y la independencia de los territorios que, según reivindican, pertenecen a Euskadi: Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra (en España), Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa (en Francia).

Su primera acción violenta se produce el 18 de julio de 1961: el intento fallido de descarrilamiento de un tren ocupado por voluntarios franquistas que se dirigían a San Sebastián para celebrar el Alzamiento.

En estos primeros años, la policía persigue a sus miembros, que se dedican a colocar pequeños artefactos sin apenas consecuencias, hacer pintadas de «Gora Euskadi» (Viva Euskadi) y colocar ikurriñas. Las bases de la organización se consolidan en mayo de 1962, en la celebración de su I Asamblea en el monasterio de Belloc (Bayona, Francia), donde se presenta como «Movimiento Revolucionario Vasco de Liberación Nacional».

El grupo rechaza cualquier colaboración con partidos o asociaciones no nacionalistas vascas y apuesta por una fuerte campaña proselitista. Es aquí cuando se autodefinen como una «organización clandestina revolucionaria» que defiende la lucha armada como el medio de conseguir la independencia de Euskadi.

Hasta 1968 la banda no da el paso de asesinar. El 7 de junio, ETA mata a tiros al guardia civil José Pardines Arcay y, posteriormente, asesina al policía franquista Melitón Manzanas, jefe de la brigada político-social de Gipuzkoa.

La banda terrorista logra su mayor golpe de efecto con el asesinato del almirante Carrero Blanco, el 20 de diciembre de 1973, en un espectacular atentado en la calle Claudio Coello de Madrid.

El primer atentado masivo se produjo al año siguiente: el 13 de septiembre de 1974, 12 civiles morían y otros 80 resultaban heridos en la explosión de un artefacto en la cafetería Rolando, en la calle Correo de Madrid, situada junto a la Dirección General de Seguridad.

El debate interno sobre este atentado masivo provoca la primera escisión importante en la organización: los «milis» de ETA militar, partidarios de la insurrección popular, se desmarcan de los «polimilis» de ETA político militar, que apuestan por la violencia selectiva.

En total, en cinco décadas de terrorismo: 817 víctimas mortales (de las cuales 478 eran miembros de cuerpos policiales y 339 civiles) y 84 secuestros. Ninguno en el último año. Todo por un fin: la independencia de un Pueblo. Pensar diferente ha sido siempre un peligro, una excusa para empuñar la pistola, y matar por matar.

La actividad terrorista no cesa con la muerte de Franco.

En la década de los 80, ETA recrudece su ofensiva para forzar las negociaciones con el Gobierno y los atentados masivos e indiscriminados azotan a la sociedad española como no lo había hecho hasta entonces.

El 18 de junio de 1987, otro coche bomba sembraba el terror en el parking del centro Hipercor de Barcelona, provocando 21 muertos y 45 heridos.

Antes, había desaparecido ETA político-militar (en 1982) y comenzado la«guerra sucia» de los GAL. El 23 de septiembre de 1984, Francia concede, por primera vez, la extradición de tres presuntos miembros de ETA a España, sentando precedente para futuras colaboraciones. Los partidos políticos también mueven pieza en su terreno. Se firman el Pacto de Madrid (1987), el Pacto de Ajuria Enea (1988) y el Pacto de Navarra (1988).

En esta década se produce uno de los episodios más destacados de las disidencias internas en el seno de la banda terrorista: Dolores González Cataraín ‘Yoyes’, que abandonó la organización en 1980 por su desacuerdo con la línea dura, fue asesinada el 10 de septiembre de 1986 mientras paseaba con su hijo.

En 1989, ETA y el Gobierno intentan dialogar y acercar sus posturas en las conversaciones de Argel. Ttres meses de contactos que estuvieron acompañados de una tregua de la banda terrorista, que retomó las armas tras la ruptura del diálogo.

En toda su Historia, ETA ha declarado una decena de treguas. La última, anunciada el 22 de marzo de 2006, se prolongó durante nueve meses. El 30 de diciembre de ese mismo año, la banda terrorista rompía el alto el fuego con un atentado en el aeropuerto de Barajas.

La tregua que comenzó el 18 de septiembre de 1998 -y que duró 439 días- ha sido la más extensa. Pero siempre ha habido ‘algo’ o ‘alguien’, español o no, ETA o no, que ha terminado por dinamitar cualquier solución al conflicto vasco.

En julio de 2009, ETA sobrepasó la barrera del medio siglo. 50 años de miedo y asesinatos.

La organización terrorista atraviesa el momento más débil de su historia, con un aparato militar que ha sido desarticulado en cinco ocasiones desde noviembre de 2008.

Desde entonces, la banda terrorista ha visto seriamente amenazada su estructura interna con las sucesivas detenciones de sus principales jefes militares por manos de las fuerzas de seguridad españolas y francesas, a las que se han sumado comandos desarticulados y decenas legales (no fichados) y liberados (a sueldo) capturados a ambos lados de los Pirineos.

Quizá por eso, o bien por la presión de las bases militantes, o por el entorno político de Batasuna, lo cierto es que ahora ETA está más contra la pared.

La izquierda abertzale parece haber entendido lo que está obligada a hacer si quiere recuperar la legalidad. Y qué mejor que los llamados «principios Mitchell«. Se trata de seis puntos que debían asumir los partidos irlandeses que contaban con brazo armado para ser admitidos en las conversaciones de paz. El primero de esos puntos era el compromiso con los medios exclusivamente políticos, y el segundo el desarme total de las organizaciones paramilitares.

Seamos, en todo caso, positivos ante el hoy anunciado alto el fuego, aunque cautos. Eso sí, que no sigan con el juego de los pétalos… Y veremos a partir de ahora qué piden a cambio: la exigencia de derogación de la Ley de Partidos, el traslado de los presos a cárceles vascas, el fin de los procesos judiciales contra la izquierda abertzale, etcétera.

Tiempo al tiempo.

Se puede decir más alto, pero no más claro: FIN del TERRORISMO- NO a ETA.

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

 

 

Suspiros de Zapatero

…que no de España.


José Luis Rodríguez Zapatero pasó ayer de puntillas por el Congreso de los Diputados. Y suspiró aliviado cuando comprobó que había superado por un sólo punto la que ha sido la votación más comprometida en su mandato.

Era consciente de que en ella se jugaba la credibilidad de España ante la Unión Europea y la propia como político. Y le salió bien a pesar de que no tenía nada que negociar. El impopular decreto o se tomaba o se dejaba, pero no lo podía trocear.

Tuvo suerte, nada más. Porque lo que quedó claro fueron varias cosas como que, por ejemplo, los socialistas salvaron su imagen ante la UE. Segundo: que el centro-derecha de este país jugó de nuevo al electoralismo, dejando casi a España sin ajuste, y lo que ello podía haber supuesto. Por su contra, apareció el líder de CiU como un «ave Fénix»; sin la abstención de su partido, el plan del gobierno se hubiera ido al garete, con Zapatero a la cabeza. En definitiva, el nacionalista Durán i Lleida se confirma como político con mentalidad de Estado, que ataca ferozmente al Gobierno, expide un certificado de defunción del presidente, pero tiene la responsabilidad de impedir la debacle de su país en los mercados internacionales.

Frase popular: Aunque la mona se vista de seda, mona se queda

Como cuarta conclusión: éste es el principio del fin de Zapatero como presidente de España. El gobierno se ha quedado más sólo que la una. A partir de este momento, la situación es así de inestable: una medida vital para el país, aunque sea fea e injusta, no cuenta con el apoyo de nadie.

No obstante, que el Partido Nacionalista Vasco no enviase a su número uno –Josu Erkoreka- a defender el no (al contrario que el PP con Rajoy) hace pensar a Zapatero que los puentes no están rotos con los peneuvistas. Ya puede pedir lo que quiera el PNV, siempre que sea razonable, que le será concedido. La estabilidad política de España depende de sus escaños. Ayer, al dar el susto del voto negativo, los han revalorizado.

La clave estará en septiembre, con los Presupuestos.

Mientras tanto, los ciudadanos no suspiran de alivio, sino todo lo contrario.

Son casi 4 los millones de parados, miles de pensiones las que se van a ver congeladas, la subida de un 2% del IVA a partir de julio, alto déficit, el recorte del gasto público para 2011 en un 7.7%… Toda una carrera de fondo que -ya digo- cada vez está desgastando más al Gobierno, y que ata las muñecas a los consumidores por no disponer de incentivo monetario.

El economista Joseph Stiglitz -Premio Nobel de Economía en 2001- no es tampoco precisamente optimista con la actual situación económica. «No hemos tomado el rumbo adecuado«.

Especialmente en Europa, donde algunos países se enfrentan a una peligrosa crisis fiscal. «Hay riesgo de ataque de los mercados si no se hace nada; pero hay otro riesgo aún mayor de caer en el fetichismo del déficit, que lleve a los Gobiernos a retirar estímulos y a subir impuestos antes de tiempo para evitar esos ataques: eso es muy peligroso porque puede ralentizar la economía y llevarla a una espiral complicada. Los ejemplos más claros son Argentina y los países del sureste asiático que siguieron los consejos del Fondo Monetario Internacional a finales de los noventa; curiosamente, ahora el FMI recomienda lo contrario: mantener los estímulos y dejar las necesarias subidas de impuestos para más adelante«.

España, claro, está en esa tesitura. Stiglitz, una de las mentes maravillosas de la Universidad de Columbia de Nueva York, no ve una solución fácil: «Si el gobierno español no sube impuestos se expone a los ataques, pero es aún peor subirlos cuando la recuperación aún no ha llegado, porque puede provocar que el crecimiento se ralentice durante años, y eso no previene precisamente contra un futuro ataque especulativo«.

Si Grecia es Bear Stearns -el banco de inversión que fue rescatado-, la duda es quién puede ser Lehman Brothers, que quebró meses más tarde. ¿Tal vez España? «Quizá Portugal«, dice Stiglitz.

El economista suele recurrir a la crisis asiática de los noventa como inspiración. Tailandia fue el primer gran país en caer. Los mercados apostaron entonces a que caería Indonesia: Indonesia cayó. Después pusieron en la diana a Corea: ¡bingo!. Hong Kong y Malaisia venían inmediatamente más tarde. «Esos dos países tomaron medidas y atacaron a quienes les atacaban: sufrieron, pero pudieron con los especuladores. Esa es la lección que debe aprender Europa. (…) la de la solidaridad«.

Y, por último, me gustaría destacar de Stiglitz: «La paradoja es que dimos a los bancos un cheque en blanco para salvarlos, y ahora la ayuda se pone a disposición de Grecia a unos costes excesivos: no puedes hacer dinero con tu familia, como parece querer hacer Europa. Si no hubo dilemas morales para salvar a la banca, no veo por qué hay que condenar ahora a miles de personas por los excesos cometidos por el anterior Gobierno griego«.

Como dice un operador de móviles…Verdad, verdadera…


Por Iñigo Ortiz de Guzmán

Historia del País Vasco (1)

ORIGEN DE LOS VASCOS

La lengua vasca –euskeraes para algunos autores el hilo conductor que permite investigar sus orígenes y que confirma, por sus modificaciones e influencias, las relaciones de los vascos con los pueblos que han atravesado sus tierras a lo largo de la historia.

Se cree que los Vascos son el único pueblo que ha sobrevivido culturalmente la llegada de los indoeuropeos. Algunas hipótesis apuntan a que ya se encontraban en la zona que ocupan actualmente desde el Neolítico.

Son varias las hipótesis más fundadas:

1ª- ¿Aparecieron los vascos con la llegada a Europa de los Cro-Magnon? Varios estudios antropológicos consideran que los vascos son el grupo étnico más antiguo de Europa, y el único superviviente a la llegada de los indoeuropeos. Se supone que ocupaban una zona que se correspondería a una zona similar a lo que se conoce como Euskal Herria.

2ª- ¿Están los vascos emparentados con los íberos? El primero en apuntar esta posibilidad es Estrabón que, en el siglo I a.C. (es decir, cuando todavía se hablaba ibero en la Península), afirmaba que los íberos y los aquitanos eran similares físicamente y que hablaban lenguas parecidas.

3ª- ¿Llegaron los vascos con los indoeuropeos? Una de las teorías sobre el origen de los vascos es que llegaron a Aquitania con los indoeuropeos hace 7.000 años, no llegando a la península ibérica hasta el siglo I a.C.

4ª- ¿Ocuparon los vascones el actual País Vasco en la Antigüedad Tardía o en la Alta Edad Media? Estudiosos como Arnaud Oihenart y José Antonio Vaca de Osma consideran que los vascones ocuparon las tierras del actual País Vasco en tiempos de los visigodos.

LA ANTIGÜEDAD

Si la hipótesis válida fuese que los vascos llegaron a Europa con los Cro-Magnon, en tiempos prehistóricos estarían establecidas en toda Europa una serie de tribus que hablaban lenguas de una misma familia lingüística (lo que se ha dado en llamar el protovasco) y tenían relación cultural entre sí.

El historiador Ptolomeo distribuiría las tribus de la siguiente manera:

  • Cántabros, daba este nombre a los pueblos que habitaban entre el río Sella y el río Asón.
  • Autrigones, establecidos entre el río Asón y el río Nervión.
  • Caristios, establecidos entre el río Nervión y el río Deva en la actual Guipúzcoa.
  • Várdulos, que ocupaban la actual Guipúzcoa a excepción del valle del Deva y del Bidasoa.
  • Vascones, que ocupaban lo que hoy es Navarra, noroeste de Aragón y noreste de La Rioja.
  • Aquitanos, que estaban entre el río Garona y los Pirineos.
  • Berones, ocupaban el territorio de la actual Rioja Alta, parte de la Rioja Alavesa y algunos enclaves en Burgos, oeste de Navarra y norte de Soria.

El territorio vascón se vio profundamente implicado en las Guerras Sertorianas. De hecho, en el invierno del año 75 a.C., Cneo Pompeyo -enviado por Roma- fundaría la ciudad de Pompaelo (actual Pamplona).

EDAD MEDIA

Se tiene constancia de la presencia de vascones en el ejército romano al menos desde el siglo I a. C.

El hecho es que de ser un área aislada dentro de un gran imperio, los vascones pasan a encontrarse en la zona fronteriza entre dos belicosos vecinos. Los reinos francosvisigodos. Esta zona se convierte en un territorio de alto valor estratégico deseado por ambos contendientes. El accidentado territorio vasco es ideal para el bandidaje y la guerrilla, por lo que es posible que los vascos sobrevivieran a pesar de sus opresivos vecinos. Simplemente se fueron a las montañas y esperaron ahí hasta que la amenaza desapareciese.

Lo cierto es que la caída del Imperio romano dio paso a los asentamientos y posteriores reinos visigodosfrancos, así como a la implantación en Francia del Ducado de Vasconia. En la península, el rey godo Leovigildo funda Victoriacum, la actual Vitoria-Gasteiz en el año 581.

En el siglo VIII, la invasión musulmana proveniente del sur concentró a la población cristiana en la cornisa norte, la cual, debido a su difícil orografía, siempre ha sido muy impermeable a cualquier influencia exterior. Los musulmanes llegaron a lo que hoy es Navarra casi de inmediato a la entrada en la península, en el 714.

Después de que los francos de Carlomagno invadiesen el Norte de España, volvieron a Francia saqueando el País Vasco, quemando Pamplona. En respuesta, los vascos interceptan al ejército Franco cuando pasaba por el puerto de montaña de Roncesvalles. Pese al pobre armamento y al reducido número de combatientes, los vascos destruyeron gran parte de las fuerzas francas. A éstas luchas se le conoció como Batalla de Roncesvalles.

Al iniciarse la reconquista, los territorios peninsulares occidentales quedan pronto incorporados al Reino de Asturias, mientras que los peninsulares orientales y los continentales quedan pronto englobados en el Imperio carolingio.

Las tierras fronterizas de Álava fueron ocupadas. En el siglo IX surge el reino de Pamplona bajo la influencia del reino franco, los cuales crearon la Marca Hispánica desde la actual Navarra hasta el Mediterráneo como tapón frente a los musulmanes. Con Sancho III el Mayor (1004-1035) el reino de Nájera-Pamplona alcanza su mayor extensión territorial, haciendo realidad el primer Imperio Hispánico.

Antes de morir (1035) Sancho III divide sus territorios entre sus cuatro hijos: su primogénito, García, reina en Pamplona y hereda algunas tierras en Aragón y Castilla; Fernando, obtiene gran parte del condado de Castilla; Ramiro recibe tierras en Aragón y en Navarra, y Gonzalo se hace con otros puntos distantes de Aragón. De este reparto surge la nueva estructura política del siglo XII con los reinos de Navarra, Aragón y Castilla.

En el año 1200, bajo el reinado de Sancho el Fuerte (1194-1234), el Reino de Navarra pierde Álava, Guipúzcoa y el Duranguesado, que es conquistada por el monarca castellano Alfonso VIII, ayudado por gran parte de la baja nobleza alavesa. Navarra, separada ya de los otros territorios peninsulares vascos, se ve obligada a orientar su política de expansión hacia el norte y este, territorios franceses de Ultrapuertos y la franja fronteriza con Aragón.

Doce años más tarde, en 1212 Alfonso VIII de Castilla cederá el Duranguesado al Señor de Vizcaya, Diego López II de Haro, como recompensa por los servicios prestados en la Batalla de Las Navas de Tolosa. Para entonces, los territorios vascos franceses ya habían pasado a depender de la Corona de Inglaterra el año 1152.

Tres siglos más tarde, en 1513, las Cortes de Navarra nombran a Fernando rey de Navarra. En 1515, las Cortes castellanas anexan Navarra a la Corona de Castilla por el Tratado de Burgos, con un régimen foral especial.

RENACIMIENTO

Los vascos de Guipúzcoa, Vizcaya y Álava, que ya estaban integrados en la Corona de Castilla, siguen con un amplio grado de autogobierno: los fueros daban a cada región vasca leyes locales, impuestos y tribunales independientes. Pero tales privilegios no duran mucho. Y es que, con la Revolución francesa se abolen todos y cada uno de los fueros locales. Algunos vascos se verían forzados a tomar posturas contrarrevolucionarias, mientras que otros -como Garat- participaron activamente en la Revolución.

Más adelante, cuando los ejércitos de Napoleón invadieron España y el Reino de Navarra, encontraron casi desde el principio fuerte resistencia. Las primeras tropas cruzaron el Bidasoa en otoño de 1807. Al cabo de un par de meses los franceses comenzaron a ocupar todo el territorio vasco, con la toma a traición de la ciudadela de Pamplona. Fue entonces cuando se empezarían acciones de guerrilla a pequeña escala contra los franceses; surgiendo guerrilleros como Gaspar de Jáuregui y el joven Zumalacárregui. En los que se llamó la Guerra de la Independencia.

La última parte de España en la que se mantuvieron los franceses fueron las provincias vascongadas con la Batalla de Vitoria. La invasión acabaría el 31 de agosto de 1813 con la expulsión de los franceses de San Sebastian por parte del ejército aliado anglo-luso.

Así llegamos a las Guerras carlistas, quienes reclamaban la corona de España para Carlos, el cual había prometido defender el sistema foral vasco y navarro. Fruto de la influencia de la Iglesia Católica, los vascos españoles de las zonas rurales se unieron masivamente al ejército tradicionalista.

Tras las dos guerras carlistas, las Provincias Vascongadas perderían casi toda su capacidad de autogobierno, aunque mantuvieron el control de la política fiscal y de las recaudaciones. En Navarra, sin embargo, desde 1840 – debido al desarrollo de la élites urbanas de una mentalidad política llamada fuerismo liberal – se permitió un pacto del que derivaría la Ley Paccionada conservando parte de los fueros. Esta situación perduró hasta el siglo XIX, cuando fueron suprimidos por Cánovas del Castillo después de la derrota carlista, aun pactando un autonomía fiscal.

SIGLO XIX- La Historia Moderna

Finales del siglo XIX,  los hermanos Koldobika y Sabino Arana desarrollan -al abrigo de la ola del «romanticismo» que recorría Europa- el nacionalismo vasco, que se basa en buena parte en la tradición conservadora carlista. Fundan el Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV), basado en ideas cristiano demócratas.

Este partido pide la independencia o, al menos, la autonomía de las provincias consideradas vascas y la creación de una confederación entre los diferentes territorios que hoy se encuentran en el País Vasco, Navarra y el País Vasco francés. En el marco de esta ideología y en confrontación con la del movimiento obrero que se extiende por las zonas industriales del país, se crean una serie de instrumentos (como el sindicato ELA).

Pero he aquí que España se convierte en 1931 en República (la primera población en proclamarla fue la de Éibar, en Guipúzcoa). Sin embargo, los vascos tendrían que esperar hasta el inicio de la Guerra Civil Española para ver realizado su primer Estatuto, con José Antonio Aguirre como primer lehendakari.

Tras el alzamiento en 1936 de parte del ejército apoyado por los partidos del espectro político de la derecha y del centro, se inicia la guerra civil y los territorios vascos y navarros quedaron divididos entre los dos bandos: Álava y Navarra permanecen adscritas a los insurgentes mientras que Guipúzcoa y Vizcaya se mantienen fieles a la legalidad republicana.

Los alzados esperaban que el PNV, por su talante conservador y cristiano, se uniera a ellos, cosa que no sucedió. De esta manera, en Vizcaya y Guipúzcoa, el PNV se declara partidario de la República.

El 26 de abril de 1937 Gernika sufre un bombardeo aún más brutal que Durango (31 marzo), bombardeo -realizado por la aviación alemana que ayudaba a Franco- que saltó a la fama por los reportajes de un periodista inglés y el famoso cuadro que Pablo Picasso realizó por encargo del gobierno republicano para La Exposición Internacional de París.

La destrucción de la ciudad total, salvo el árbol, símbolo de la libertad foral que quedó a salvo de las bombas y a cuya sombra le hicieron guardia los requetés navarros que luchaban con los insurrectos.

El 19 de junio cae Bilbao, lo que aprocecha Franco para abolir los fueros de Vizcaya y Guipúzcoa al considerarlas «provincias traidoras» por no haberse sumado al alzamiento. Por su parte, Álava y Navarra conservarían sus privilegios y siguieron teniendo sus pequeñas policías autonómicas y cierta autonomía fiscal.

Los exiliados y los miembros del Ejército Vasco, que tras huir o salir del cerco de la Batalla de Santander habían sido trasladados por mar a la zona republicana, atraviesan la frontera después de la caída de Cataluña y son recluídos por el Gobierno francés en campos de concentración en vísperas del estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Aquí comienza la era del Franquismo. Bajo el lema de España, Una, Grande y Libre el régimen de Franco prohibe toda manifestación cultural fuera de la que la dictadura consideraba «oficial», quedando prohibido el uso público de las lenguas diferentes al castellano y reduciéndose la cultura a meros hechos folclóricos. El euskera fue perseguido, prohibiéndose su uso público y su enseñanza. Los líderes del nacionalismo vasco, así comos los dereto de las agrupaciones que resultados vencidas en la guerra se dirigieron al exilio, inicialmente a Francia y posteriormente a Sudamérica.

El País Vasco volvió a ser una de las zonas más desarrolladas de España y atrajo mucha emigración del resto del país.

La lucha contra la dictadura, junto con la represión cultural que se sufría y las atrocidades de la posguerra, a finales de los años 50, favorecieron la radicalización de una parte del nacionalismo vasco que se mezcló con ideología izquierdista, y el nacimiento de Euskadi Ta Askatasuna ETA (Euskadi y Libertad) en 1959. Organización terrorista que busca la independencia de Euskal Herria y el establecimiento de un estado vasco socialista mediante la lucha armada (terrorismo).

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

Objetivo: EUSKADI

El escudo de Euskadi.

Un escudo, un símbolo de país, al fin y al cabo, como lo puede ser la bandera. Simbolismos que, sin embargo, puede acarrear diferencias notables. Esta semana ha sido noticia. Y lo ha sido por lo que se puede traducir como el primer desencuentro entre el PP del País Vasco y el PSE desde que ambas formaciones firmaran el Pacto de Estabilidad en 2009, y lo que conllevó a que los socialistas llegaran al Gobierno de Euskadi tras unas elecciones polémicas el 1 de Marzo. Un apoyo que ofrecieron los populares al PSE, sumando mayoría suficiente y desbancar, de paso, a los nacionalistas del poder después de más de un cuarto de siglo en el poder.

El quid de la cuestión radica en un asunto -a mi entender baladí- acerca de prescindir del cuarto cuadrante en rojo que, hasta 1984, ocupaba el escudo de Navarra. Una Comunidad Autónoma que para los nacionalistas vascos es parte intrínseca de la realidad socio-política y que agruparía a dicho Territorio Histórico como al País Vasco-Francés. En todo caso, desde entonces, y mediante una sentencia que fue presentada por la Comunidad Foral de Navarra, el Tribunal Constitucional ordenó la retirada del escudo de las cadenas. Ha sido hasta hoy, y así seguirá.

No sabemos a cuento de qué, ahora, los populares han sacado a colación una proposición para modificar la conformación del actual escudo a tres cuadrantes.Una nueva composición que no responde en nada a la demanda social. En todo caso, no olvidemos que la reclamación salió de las listas de UPyD, cuya cabeza pensante es Rosa Díez, antigua militante de los socialistas. En fin, que es como querer marear la perdiz.

Tal pretensión no se ha llevado a cabo. Tanto los socialistas, como el PNV, EB, EA y Aralar votaron el pasado jueves en contra. Estas formaciones no tienen intención de «entrar al debate de símbolos» ni a «generar polémicas donde no existen». Consideran, además, que «no es una medida urgente ni una necesidad social», sino que, además, se trata de una cuestión «anacrónica».

Desde las filas del Partido Popular, el parlamentario Leopoldo Barreda recordó que el acuerdo de estabilidad sellado entre el PSE y su partido recogía la necesidad de establecer una nueva relación con las comunidades autónomas vecinas y afirmó que la modificación del escudo ayudaría a mejorar el trato con Navarra. ¿Qué mejoras? No sé cuáles… Como si, en la actualidad, no haría falta más confrontamientos innecesarios, que vayan por estos derroteros inútiles. No hubo contestación desde las filas socialistas.

A mi entender, de lo que aquí se trata es de llegar a acuerdos que aporten. Dejémonos de cambios en simbolismos, cuando lo que realmente interesa es llegar a puntos de encuentro que sumen y no que resten. Ya sabemos los vascos lo que somos, lo que sentimos, y lo que queremos. A la sociedad no le interesa si hay un cuadrante de más en un escudo que lleva así desde hace 25 años, sino que se resuelvan los problemas terroristas que -por desgracia- todavía son una realidad, y en encarar el futuro laboral y de calidad de vida de los ciudadanos vascos. Los sueldos de los políticos, a fin de cuentas, tienen que ser justificados, ¿o no?. Y no hacer el paripé, aunque en Madrid se claven estacas. Seamos consecuentes.

Aprovechemos que Euskadi ha sido la última Comunidad Autónoma en entrar en la actual crisis económica del Estado, y la primera en salir de ella. Preocupémonos, por ejemplo, de que en Vitoria-Gasteiz se firme el próximo 5 de Marzo el tan buscado acuerdo inter-institucional para que el soterramiento del ferrocarril sea una realidad después de tantos años de desencuentros, y dejémonos de circos, mesedez…

Por Iñigo Ortiz de Guzmán