Posts Tagged ‘periodismo’

Mil y una páginas

Nace una nueva página de contenido cultural. En esta ocasión, quiero mostrar las frases que más me han impactado de un libro, de un artículo periodístico, o simplemente de una simple reflexión vital.

En definitiva, dar voz a la palabra.

Su título es MIL Y UNA PÁGINAS. Un alegato a ‘Las mil y una noches‘…

«Un sucio autobús amarillo pasó traqueteando y dando bandazos, pero sus faros alumbraban tan poco que nadie la vería y, aunque la viesen, probablemente no interesaría a nadie antes de que Pasâ empezase a hacer preguntas y el miedo y el dinero lograsen que la gente recordase cosas de las que en realidad uno jamás recordaría. Siempre aparecía alguien para acordarse. No existía oscuridad sin ojos»

Extracto del libro ‘Purga‘, de Sofi Oksanen

HAPPYBLUEMONDAYS

Para los que quieren saber más, los curiosos; para los que no se conforman con los titulares; para los que estamos hartos de tantas malas noticias por televisión; por y para aquellas personas hambrientas de información, más interesadas en la calidad que en la cantidad.

Porque creo en muchas maneras de mostrar las cosas, del buen periodismo y de las excelentísimas maneras de expresar sin tener que hablar del grafismo.

Al fin y al cabo, este nuevo blog -por cierto, escrito en inglés- trata sobre las curiosidades vitales.

¿Su nombre? HAPPYBLUEMONDAYS

This blog it’s about a random stories.

Looking for something else apart from bad news.

Meaning: good stuff- quality.

It’s about graphic designscienceculturephotography and music.

All complementary from the other blog YOROKOBU– trying to be happy for a better life.

Thanks

© Iñigo Ortiz de Guzmán

Cierre de cadena: CNN+

No ha habido posibilidad de marcha atrás.

Da mucha pena ver como las empresas van cayendo, y da muchísima pena ver como la gente que trabaja y dedica algo más que su tiempo a esas empresas acaban siendo arrastrados por toda esta maldita vorágine que no hace más que destrozar todo lo que se encuentra por delante.

Anoche se pudo ver en directo por televisión, porque ayer CNN + finalizó sus emisiones para siempre y para dejar su hueco a un canal temático de 24 horas también. La diferencia es que, en el cambio, la oferta televisiva se ve desmejorada.

Parece mejor un ‘Gran Hermano’ que un ‘Todo Noticias’.

Parece que manda más en España el sr. Berlusconi que el sr. Zapatero.

Hace años, los teóricos de la comunicación auguraban un futuro en el que tendrían cabida canales especializados que satisfarían las necesidades culturales concretas.

El tiempo les ha dado la razón solo en parte: muchos medios pequeños subsisten siempre y cuando colmen los apetitos de los grupos de presión a los que se dirigen; sus espectadores buscan reafirmar su fanatismo más que informarse o ampliar conocimientos sobre sus aficiones.

Con esta perspectiva, los amantes del periodismo sin más o de la cultura general, como antes se decía, nos vamos quedando sin referencias; sobre todo en lo que a televisión se refiere.

Los cierres se justifican por la inviabilidad de las empresas.

Y eso hace pensar en que muchas de las cosas que nos gustan se están haciendo inviables.

Tal vez esta fatalidad comenzó el día en que las empresas culturales comenzaron a exigirle a sus productos un rendimiento económico que solo alcanzan ciertas obras.

Cuántas revistas, libros o programas que hoy consideramos de referencia habrían dejado de editarse si solo se hubiera tenido en cuenta el número de consumidores potenciales.

En la orgía de lo más vendido, lo más visto y lo más leído participan todos los medios; potencian que se le preste aún más atención al que más tiene y convierten en minoritario a un público que no tiene vocación de serlo.

Puedes estar de acuerdo o no con cierta ideología, puedes pensar que lo que dicen es más o menos neutral, puede gustarte o no el estilo, pero en lo que todos debemos estar de acuerdo es que es una pena que desaparezca una ventana al mundo.

Un lugar donde te puedes enterar de lo que ocurre, un espacio que te contó sin interrupciones lo que pasó el 11-S, el 11-M, y otros tantos días en los que necesitamos estar plenamente informados porque el ser humano lo necesita.

La sociedad necesita información, cultura, crítica constructiva…

Y más Iñakis Gabilondos.

No a la telebasura.

+ info en El ‘turn off’ de CNN+

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

Assange ‘free’

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, podrá salir de la cárcel bajo fianza de manera definitiva.

Así lo ha decidido este mediodía el juez que revisaba el recurso de la fiscalía británica, después de que se anunciara el martes su puesta en libertad.

En un principio, Suecia quiso torpedear tal decisión con un nuevo recurso, bajo el argumento de que existía riesgo de fuga.

Una apelación que hoy ha sido rechazada.

De todos modos, tal decisión -positiva para el acusado- no le saldrá barata al que ha causado la ira del gobierno estadounidense tras haber divulgado cables diplomáticos secretos.

Los abogados de Assange han tenido que recolectar las 240.000 libras (unos 285.000 euros) que el tribunal de justicia puso como condición para liberarlo de la prisión londinense de Wandsworth, donde lleva preso desde la semana pasada.

Pero la libertad condicional de Assange será limitada.

Una de las condiciones es que se presente todos los días a las seis de la tarde en una comisaría de Suffolk. Además, tendrá que portar un brazalete que indicará a la policía dónde se encuentra en cada momento.

Y por si fuera poco, se le ha retirado el pasaporte.

Eso sí, las autoridades suecas tendrán que pagar los costes de las vistas orales contra Assange.

El martes -poco antes de que se supiera la noticia- el cineasta Ken Loach apoyaba públicamente a Assange:

“Le han otorgado la libertad bajo fianza, que es la decisión correcta. Si el gobierno sueco apela, eso pondrá de manifiesto que hay una motivación política detrás de todo esto. Si desafían lo que es judicialmente adecuado, demostrarán que hay una agenda política oculta

Entre tanto, el diario The New York Times afirma en su edición de este jueves que fiscales federales de Estados Unidos están trabajando en la elaboración de una causa criminal contra Assange.

Según el periódico, los funcionarios buscan evidencias de que el fundador de Wikileaks incitó y ayudó al ex analista de inteligencia del ejército Bradley Manning -quien se encuentra en prisión desde julio por divulgar informaciones confidenciales- a filtrar los documentos clasificados del gobierno estadounidense.

En caso de establecer este vínculo, los fiscales creen que Assange debería ser acusado como «conspirador en la filtración» y no ser considerado sólo como un «receptor pasivo» de los documentos que luego publicó.

Lo sucedido con Wikileaks podría contemplarse como una trama de ficción, propia de una novela de Stieg Larsson: una organización independiente comienza a publicar incómodos secretos de Estado que dejan al desnudo el modo de hacer del último imperio que conocemos.

Acto seguido, el máximo responsable de estas informaciones es encarcelado por dos supuestos delitos sexuales.

La violencia difusa -latente- se materializa y encarcela, como en las peores dictaduras, al mensajero de las malas noticias. Los ciudadanos salimos a manifestarnos por la libertad de información.

El sospechoso ocupa la portada de la revista TIME.

Las teorías de la conspiración son inevitablemente atractivas: ¿y si Assange no fuera más que un señuelo, dormido y controlado por las élites económicas, militares y políticas, con el objeto de restringir aún más las libertades?

Todo habría sido una descarada pantomima que ocultaría cosas peores.

Investigar sobre ello acabaría por producir una especie de derrumbe de fichas de dominó que nos llevaría, de paso, a conocer las verdaderas motivaciones detrás de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Lo que se decide estos días es algo más que el crédito de Assange, y el de Wikileaks.

De lo que se habla es del mecanismo por el que estas publicaciones han desencadenado en la sociedad.

Hay una influyente masa crítica esperando una nueva chispa para comenzar a consumir productos diferentes, la única vía hoy existente para cambiar el estado de las cosas.

Ernesto ‘Che’ Guevara quería “cien Vietnams” en la Tierra para acabar con el capitalismo.

Esta vez, la Web perseguida ya ha sido clonada más de mil veces.

Esta vez, el día de la liberación llegó:



Habrá que seguir atentos a los nuevos acontecimientos. Esto no acaba más que empezar.

Anterior capítulo, en Assange: el honor de la duda

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

El ‘turn off’ de CNN+

Otra víctima más en el más que copado panorama audiovisual español.

Después de casi doce años de andadura, el canal ‘todo noticias’ desaparecerá de la parrilla de tv el próximo 31 de diciembre.

Su lema «lo estás viendo, está pasando», será dentro de poco una quimera.

Me acuerdo perfectamente de aquel año, en enero de 1999, -a punto de terminar mi carrera de Comunicación Audiovisual- cuando CNN+ iniciaba su andadura. Era el primer canal de noticias producido por una empresa privada en España, integrado en la plataforma entonces denominada Canal Satélite Digital (hoy Digital+).

Ayer (CNN+)

y hoy (Cuatro)

De acuerdo con lo pactado con Telecinco, Prisa cedió en abril de este año a la cadena de Mediaset su licencia de televisión en abierto, que incluye los cuatro canales del multiplex del que es titular.

A saber: el conjunto de actividades y todos los recursos humanos y materiales de Cuatro, Sogecablemedia (la empresa que gestiona la publicidad de Cuatro), CINTV (la compañía que produce CNN+ y los informativos de Cuatro) y Sogecable Editorial, tenedora de los derechos musicales generados en Cuatro.

Pero, sin duda la principal causa de que el canal de noticias vaya a desaparecer tiene un nombre: Silvio Berlusconi.

Actual primer ministro de Italia y propietario de buena parte de los medios de comunicación allí y aquí, nunca ha mostrado ningún interés en tener un canal destinado a la información.

Es vox populi que su relación con ciertos periodistas no ha sido nunca buena, especialmente cuando se le critica.

Pues bien, aquí uno se pregunta si no será que preferirá reunir las diferentes editoriales en una sola. Es decir, que cada vez haya menos pluralidad de voces, de puntos de vista distintos.

Me temo que, a partir de ahora, veremos más cotilleo, más telebasura, y menos -o quizá más rasgados- asuntos informativos en esta nueva etapa de la televisión en España, con la TDT.

No desaparecen canales, pero la oferta se aglutina en torno a una única manera de hacer y entender la televisión.

Vivimos en un país donde no hay espacio para cadenas como Arte o BBC.

Vivimos en un país donde no hay lugar para CNN+, pero sí para saber si tal o cual persona le es infiel a su pareja, con el consiguiente circo mediático.

Vivimos en un país donde muchos espectadores parecen no valorar la conservación de su capacidad mental.

No voy a entrar en el eterno y cansino debate sobre si la existencia de determinados programas perjudiciales para la salud es culpa de quienes los ven o de quienes los incluyen en una programación.

Pero lo que es cierto es que, sí o sí, vivimos en un país donde en 2011 no tendremos CNN+.

Mientras tanto, el consumo de televisión en España sigue aumentando: casi cuatro horas de media al día.

Y lo que es más preocupante: 3,5 millones de españoles -cerca del 8% de la población- pasan diez horas diarias frente al televisor.

La implantación de la TDT con sus canales temáticos, los éxitos de España en las diferentes competiciones deportivas y los efectos de la crisis económica, que obliga a la gente a quedarse en casa, son las causas del «sólido incremento» del consumo.

El problema, en todo caso, no parece ser la cantidad de horas que podemos malgastar frente a la caja tonta, sino la calidad de lo que vemos.

Ese es el punto de inflexión.

Ahora, con el cese de las emisiones de CNN+ supondrá el segundo cierre de una cadena de Prisa en dos años, después de que este grupo decidiera acabar con la actividad de su red de televisiones locales (Localia TV) a finales de 2008.

El futuro de los profesionales de CNN+ es incierto.

Entre las caras más conocidas está Iñaki Gabilondo, quien se incorporó a este canal en febrero, tras llevar más de tres años en Cuatro (que abandonó precisamente por no querer vivir a expensas del corte editorial de Berlusconi).

Pero no siempre todo sale tal como a uno le gusta.

Así es el periodismo: hoy estás o no estás.

Tras haber dirigido el programa ‘Hoy por hoy’ en la Cadena Ser durante 19 años, no se sabe qué pasará con Gabilondo, o el resto de la plantilla de CNN+ como Antonio San José, José Mari Calleja, Ana García Siñeriz, Leticia Iglesias, Concha Boo o Mónica Sanz.

Hace casi dos años, en momentos de bulos audiovisuales, Prisa estuvo cerca de fusionarse con La Sexta, más afín con su ideología editorial, aunque finalmente tal hermanamiento no cuajaría.

 

Una deuda de 5.000 millones de euros, fruto de una expansión financiada mediante apalancamiento, puso a Prisa al borde del abismo.

Su salvación ha venido de la venta de la televisión en abierto a Mediaset y de la inversión de 650 millones por parte del fondo americano Liberty.

El holding empresarial PRISA ha anunciado en las últimas horas que va a preparar un canal de actualidad con vocación global, distribuido en la plataforma del Grupo y otras redes digitales, y que se apoyará en sus marcas de referencia (El País, 40 Principales, Santillana o Alfaguara).

Quizá ahí es donde vayan a parar Gabilondo y compañía, más cómodos con su manera de entender la información.

El Canal 24 Horas de TVE -creado en 1997- se queda pues sola.

24h y CNN+ han mantenido una vida casi clandestina en las plataformas de pago hasta su aparición en abierto en la TDT. Desde entonces no hicieron sino crecer.

A día de hoy no tienen más que un poco más del 1% de la audiencia, con una ligera ventaja del canal público de TVE sobre el de Prisa.

Pero si su media de audiencia no llega a los 100.000 espectadores diarios, el número de personas que la ven el algún momento del día multiplica por 50 o 60 esa audiencia media: unos 12 millones de espectadores ven en algún momento del día (“hacen contacto”) una de estas televisiones informativas.

La conclusión es que, mientras que los españoles siguen informándose preferentemente por medios de los informativos de las seis cadenas generalistas, acuden en un número muy importante a las cadenas de 24 horas para ponerse al día.

O sea que tan mal no lo estarán haciendo. Pero, claro, pueden más los intereses mercantiles que la diversidad informativa.

O eso parece.

¿Qué hará entonces Mediaset con este canal? ¿Más Gran Hermano o Belén Esteban?

Desde luego no un canal informativo especializado.

Lo dicho, es una pena…

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

 

Assange: el honor de la duda

Los abogados del fundador de Wikileaks, Julian Assange, insisten en que las acusaciones de violación por la que está detenido no se sostienen jurídicamente.

Más aún. Afirman que detrás hay un complot político.

La controversia sigue rodeando a la acusación contra Assange.

Una de las denunciantes es Anna Ardin, periodista y militante feminista. Aunque también hay quien la vincula con la CIA.

Durante meses ha guardado silencio.

Sin embargo, ayer a la tarde lo rompía por medio de su cuenta de Twitter (@annaardin).

Molesta por los rumores en torno a su persona, Ardin formulaba una pregunta retórica:

«¿Agente de la CIA, ávida feminista, amante de los musulmanes, fundamentalista cristiana o perdidamente enamorada de un hombre? ¿Puede una serlo todo al mismo tiempo?».

La frase se hizo eco inmediatamente de los bulos que circulan estos días por Internet.

En su blog, -además de describirse como politóloga, comunicadora, empresaria y escritora con un interés especial en asuntos de igualdad, feminismo, fe y política y América Latina-, la acusadora escribe siete pasos para vengarse de un hombre legalmente.

Algunos la retratan como una marioneta de los servicios secretos estadounidenses esgrimiendo como prueba su estancia en Cuba y su tesis sobre la oposición al régimen castrista. Otros la dibujan como una mujer que actúa por despecho al enterarse del doble juego del fundador de Wikileaks.

Por ahora, lo único que se sabe a ciencia cierta es que Ardin era, en verano, la responsable de prensa del Movimiento de Hermandad ‘Brotherhood’: la organización de centro izquierda que organizó el seminario en el que conoció a Julian Assange.

En el vídeo (a la derecha) se la ve en la conferencia que impartió Assange el 14 de agosto.

Durante el seminario, ella le ofreció su casa para alojarse, donde le preparó una fiesta al editor jefe de Wikileaks.

En Twitter dijo que… era muy simpático; Según su acusación después… la violó.

Él reconoce que mantuvieron relaciones sexuales, pero dice que fueron consentidas.

Dos días después, la historia se repitiría con Assange. ¿Su nombre? Sofía Wilen, quien también le acusa de abusos.

Según la representante de la Fiscalía sueca, el fundador de Wikileaks la penetró sin condón mientras dormía.

Pero, casualidades de la vida, las dos -Anna y Sofía- son amigas…

Y, juntas, decidien poner la denuncia.

El que Assange no haya podido salir de la cárcel británica se debe a que el delito de violación no permite fianza. Aunque, en todo caso, sea supuesto.

Él insiste en que todo es un montaje contra Wikileaks por todo lo que ha sido destapado.

Sus abogados, por su parte, parecen estar confiados en que las autoridades suecas no podrán producir pruebas contundentes para provocar su extradición, pero lo que sí les preocupa es qué se estaría cocinando en su contra durante el período que permanezca en prisión.

Estados Unidos considera que la filtración de los cables es un delito que atenta contra la seguridad del Estado.

Varios altos funcionarios estadounidenses han expresado públicamente su deseo de enjuiciarlo en ese país.

El próximo 14 de diciembre, en el tribunal de Londres, se escucharán los argumentos sobre la extradición (más fácil entre países europeos a partir de una ley de 2003).

Aunque no se espera que sea una completa audiencia; en cuyo caso el proceso se extendería 21 días más.

Los expertos consideran que -siendo un caso de tan alto perfil-, podría durar unos cuantos meses más, durante los cuales Assange puede seguir apelando su libertad condicional.

Yo considero que no se le puede hacer injusticia por el simple hecho de su trascendencia mediática.

En todo caso, Assange sigue muy confiado de su posición legal y no cree que en EE.UU. se le pueda imputar de algo a no ser que cambien la ley y la hagan retroactiva.

Que lo envíen directamente a Estados Unidos no es tan fácil.

Tampoco hay que olvidar que la Administración americana ha hecho declaraciones muy explícitas en contra de Assange permitiendo a la defensa lanzar el argumento de que no obtendría un juicio imparcial.

Interesante post (en inglés) en Why Wikileaks is Good For America

La difamación se convierte ahora en el último cartucho que han hecho estallar los poderosos para acabar con el mito de esta nueva versión informática del bosque de Sherwood.

Para muchos, la irrupción de este peculiar personaje deviene necesariamente en atentado terrorista, y su fulminante detención -o su asesinato- se dan por descontados.

Y todo, por despertar al ‘ciudadano sonámbulo‘ de los muelles que rige el establishment político.

Lo que causa estupor es que, por decir la verdad -o su verdad-, Assange haya sido preso.

Esto no es inusual en el mundo del periodismo.

Lo que resulta inaceptable es que nadie en el mundo de las instituciones, asociaciones y organismos representativos de la profesión periodística internacional haya alzado aún su voz en defensa de este hombre, gracias al cual la maltratada profesión de informador vuelve a recuperar parte de su dignidad perdida…

¿Se quedará solo ante el peligro?

Movilización por Assange en www.freewikileaks.eu

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

Conflicto en el Sáhara Occidental

Hace treinta y cinco largos años que el pueblo saharaui no vive en paz, que la tierra y las piedras de esa región han cerrado sus ojos para que no les escueza la sangre de las personas que han muerto durante todo ese largo tiempo.

Merece la pena, pues, escribir ahora que se cumple el aniversario de la Marcha Verde y de los Acuerdos de Madrid, unas breves líneas de protesta, que sirvan como minúsculo canto a la libertad y los derechos más esenciales de las personas.

Fruto de todos estos años, el pasado lunes las fuerzas de seguridad marroquíes desmantelaban por la fuerza el campamento de Gdaim Izik, situado cerca de la capital del Sáhara Occidental, en El Aaiún.

Desde hacía aproximadamente un mes, unos 20.000 saharauis establecidos en 7.000 jaumas (tiendas nómadas) exigían mejores condiciones de vida para su pueblo.

Los organizadores reivindicaban viviendas, puestos de trabajo y ayudas sociales para los saharauis. No había, en principio, demandas políticas de autodeterminación o independencia.

Se trataba de la mayor protesta saharaui desde que en 1975 España se retiró de la colonia.

Consecuencias: un saldo indeterminado de fallecidos -por la imposibilidad de acceso de los periodistas a la zona- y decenas de detenidos y heridos.

Mientras que Marruecos habla de 11 policías y dos saharauis fallecidos (uno de ellos con nacionalidad española), el Frente Polisario (el movimiento pro autodeterminación del Sáhara Occidental) eleva la cifra de muertos saharauis hasta al menos 19, y añade más de 700 heridos y 150 desaparecidos.

La operación se iniciaba poco antes de las siete de la mañana, cuando varios helicópteros sobrevolaron el campamento lanzando órdenes de desalojo por megafonía. Pequeños grupos de mujeres con niños se marcharon y, a la salida, les esperaban autobuses en los que fueron transportados hasta El Aaiún.

Después comenzaba el asalto, en el que se usaron cañones de agua, gases lacrimógenos, porras y balas de goma.

Los más jóvenes opusieron resistencia, lo que se desataría en una batalla campal, tras la que el Ejército aplastó las tiendas, muchas de las cuales acabaron ardiendo.

ver vídeo (pinchar en la foto)

Marruecos cortó el acceso por carretera al Sáhara a la altura de Tan Tan, e impidió a todo extranjero cruzar este límite. Rabat ha impedido asimismo a los periodistas españoles viajar a El Aaiún.

En estos últimos días, además, Rabat ha expulsado a tres parlamentarios autonómicos y a un eurodiputado español. Y el pasado día 5, dos periodistas españoles, Antonio Parreño -corresponsal de TVE- y Eduardo Marín -de la Cadena SER- fueron agredidos en una sala del Tribunal de Primera Instancia de Ain Sbaa (Casablanca), cuando cubrían un juicio contra siete activistas saharauis.

La Policía requisó las cámaras de los observadores internacionales paraborrar las fotos que habían hecho de los incidentes.

El Gobierno marroquí ha acusado a la prensa española de «recurrir sistemáticamente a procedimientos falaces, técnicas innobles, manipulaciones abyectas y montajes inmundos» a la hora de informar sobre su país.

Así lo manifestó anoche el ministro de Comunicación, Jalid Naciri. Es la respuesta de Rabat a la petición lanzada desde La Moncloa por la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, para que se permitiese trabajar con libertad en el Sáhara a la prensa española.

La nota centra sus críticas concretas en el canal de televisión Antena 3, los diarios EL PAÍS y Abc, la cadena SER y la agencia Efe.

Lo que queda claro es que la estrategia de Rabat perjudica a sus propios intereses, pues la opacidad informativa crea una presunción a favor de quienes denuncian la dureza de la represión llevada a cabo por las fuerzas marroquíes.

De nuevo, el Gobierno español -tal y como sucedió en Lanzarote con el episodio de Aminetu Haidar en 2009- está viéndose envuelto de manera directa o indirecta en decisiones inaceptables del Ejecutivo de Rabat.

Si algo se demuestra con ello es la fragilidad de las bases sobre las que se mantiene la relación, inspirada para la parte española por un único y excesivo deseo de evitar los roces.

No parece ni oportuno ni comprensible, por otra parte, que el presidente Zapatero se encoja de hombros; y que, además, recurra a los servicios de un titular de Exteriores recién cesado, como el señor Miguel Ángel Moratinos para resolver el conflicto de intereses.

Pero, ¿qué hay de los detenidos?

Seis de los protagonistas de la revuelta de El Aaiún serán juzgados por un tribunal militar (los primeros civiles juzgados por jueces castrenses desde la subida de Mohamed VI al trono), y al menos otros 63 saharauis serán procesados por un tribunal penal ordinario.

De momento, todos ellos han ingresado en la llamada Cárcel Negra, prisión famosa por su dureza y conocida como «el Guantánamo marroquí».

A la mayoría de los procesados se les acusa de perpetrar «actos vandálicos» y de «desobediencia y violencia contra funcionarios».

 

HISTORIA- EL PROCESO DESCOLONIZADOR PENDIENTE

Esta historia comienza en la Conferencia de Berlín.

Corre el año 1885. Trece países europeos y uno norteamericano, acuerdan el futuro de África (ningún africano fue invitado a la conferencia). España reclama una región que le permita mantener viva su expansión colonizadora. Distaba mucho de ser una gran potencia, pero se las arregló para disimularlo.

El entonces llamado Sáhara Español no era un territorio demasiado rico.

Únicamente destacaba por dos recursos naturales que, todavía hoy, siguen sembrando la polémica: sus fosfatos (el yacimiento de Bu Craa es considerado el mayor del mundo) y sus caladeros de pesca (la zona Atlántica del sur se caracteriza por sus grandes bancos de peces).

Los habitantes del territorio, los saharauis, eran pueblos nómadas a los que, en cierta medida, se les obligó a sedenterizarse.

Y así pasaron los años, y llegó la Segunda Guerra Mundial. Y, tras ella, las potencias europeas se fueron retirando de África iniciándose el llamado proceso descolonizador. A veces por las buenas, a veces por las malas, entre los 40, los 50 y los 60, todos los países europeos se retiraron de África.

Pero existían dos excepciones.

Los atrasados gobiernos portugués y español no estaban por la labor. Pero algo empezó a cambiar en los 70. Las guerras coloniales en África le costaron a Salazar su puesto y provocaron en Lisboa la Revolución de los claveles, probablemente la revolución más maravillosa de la historia de Europa. Con tres décadas de retraso, Portugal también se retiró de África.

Sólo quedaba España. Pero el tiempo corría en contra, los vecinos del Sáhara Occidental (Marruecos, Argelia y Mauritania) llevaban décadas de andadura como países independientes y pudieron organizar una estructura militar establecida.

Marruecos incluso mantuvo una guerra (todavía no reconocida) contra España por el control del Ifni. Los saharauis por su parte, bajo la dominación española, no pudieron preparar ningún tipo de defensa.

En 1975 el general Franco muere y millones de esperanzas se abrieron para el pueblo español.

Es entonces cuando el entonces monarca Hassan II aprovecha la circunstancia para organizar la llamada “Marcha Verde”:  325.000 marroquís se dirigen hacia la frontera con la intención de apropiarse del Sáhara Occidental. No llegan a haber tiroteos; los soldados españoles se limitaron a minar la frontera, colocar carteles advirtiéndolo y esperando detrás. Los marroquís no la cruzaron.

Pero la situación se volvía insostenible por días, Marruecos amenazaba constantemente con la guerra abierta y el fragil gobierno español tenía demasiadas cosas en la cabeza como para meterse en una guerra por unos territorios que, en cualquier caso, seguramente serían abandonados poco después.

Lo cierto es que la Marcha Verde es el parche perfecto, y abandonar el apoyo al proyecto independentista es más fácil así.

No proclamar el Estado saharaui cumple con los intereses occidentales (que quieren evitar el nacimiento de un Estado independiente tan cerca de Europa y promovido por Argelia y Libia). También se protegían los intereses españoles, ante el posible peligro político que podían sufrir las Islas Canarias.

ACUERDOS DE MADRID (14 NOV 1975)

En los Acuerdos de Madrid (hoy hace 35 años), se acordó una administración del Sáhara Occidental compartida a partes iguales por España, Marruecos y Mauritania. Y dejan claro que la soberanía del Sahara corresponde al pueblo saharaui.

Mauritania primero ocuparía su región, pero ante la resistencia saharaui acabaría retirándose.

España, por su parte, nunca ha tenido el peso que los Acuerdos le concedían. Marruecos acabó controlando el Sahara Occidental, y hasta ahora.

El Frente Polisario proclamó entonces la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), sin éxito. Este representante de la causa nace en 1973 como «reflejo de la madurez del nacionalismo saharaui ante la inmovilidad de los procesos de autodeterminación promovidos por la ONU». Además, es miembro fundador de la Unión Africana (UA), lo que no ha impedido que aproximadamente un 75% de su territorio permanezca ilegal y militarmente ocupado por Marruecos.

SÁHARA LIBRE

Existen varias resoluciones de la ONU apoyando la independencia del Sahara.

Sin embargo, Marruecos pretende convertir al Sáhara en una provincia marroquí. Y para ello realiza una política de aislamiento del pueblo saharaui que vive en campos de concentración esperando a que la comunidad internacional recuerde la existencia del derecho.

Con todo, el Sáhara, nunca ha sido descolonizado. Es la única región de importancia que todavía no lo ha sido.

Marruecos nunca ha tenido derecho sobre la soberanía de esta región.

Hasta ahora, uno de los principales escollos diplomáticos entre Marruecos y España era que ésta se negaba a reconocer la soberanía del reino marroquí sobre el Sáhara.

Pero el señor Zapatero ha resuelto ese problema hace poco: por primera vez, un presidente del gobierno español ha reconocido en un mitin la soberanía marroquí sobre el Sáhara.

Todo el mundo comprende que si las relaciones se deterioran, España pagará un coste. Pero también Marruecos, cuya exposición a los riesgos que ambos países deben enfrentar conjuntamente es seguramente mayor.

Que se reconozca su papel en la estabilidad del Magreb no puede ser interpretado desde Rabat como licencia para imponer por la fuerza su voluntad en un territorio que ocupa en contra de la legalidad internacional, proclamando el desafío de «conmigo o contra mí».

ASUNTO PENDIENTE

Es cierto que las relaciones con Marruecos se encontraban bajo mínimos cuando Zapatero llegó a La Moncloa, pero el modelo que adoptó para mejorarlas era inviable: estabilizar el trato con Rabat por la vía de aproximarse a su posición en los principales contenciosos.

Era un modelo condenado al fracaso, y los graves sucesos en el Sáhara lo estarían certificando.

Querámoslo o no, el Estado español continúa siendo responsable legal y político de esta tragedia.

Sin embargo, los distintos gobiernos españoles -lejos de cumplir con sus obligaciones internacionales-, han sacrificado siempre a la parte más débil, el pueblo saharaui.

En su juego del gato y el ratón con la dictadura marroquí han ejercido, dicho sea de paso, casi siempre el papel de ratón complaciente frente a un tirano feudal que se ríe descarnadamente de la legalidad internacional.

El gobierno español puede y debe, al igual que hizo retirando sus tropas durante la ocupación de Irak, posicionarse del lado de los derechos humanos.

Recuperar parte de nuestra memoria histórica, recordando más de un siglo de colonización en el que consideramos a los saharauis como españoles, nos implica, en primer lugar, en la búsqueda de una solución justa y pacífica que respete el derecho a la autodeterminación.

Mantener una postura de “ambigüedad retórica” estimula a Marruecos para seguir en su posición intransigente, no aceptando la aplicación de las resoluciones de la ONU y poniendo condiciones previas en próximas negociaciones.

Si algo demuestran las más de tres décadas que perdura el conflicto es que este no se cerrará mientras el pueblo saharaui no decida libremente su futuro.

Los saharauis han buscado por activa y por pasiva independizarse del reino alauita. Pero no se lo permiten… El último gran problema lo tenemos estos días en El Aaiún.

Lo triste de todo es que este pueblo no tiene más remedio que ir de ghandi, de víctimas sin recursos ni armas, pataleados por el gigante marroquí. De otro modo, se convertiría en una lucha abierta en la que tienen todas las de perder.

El Sáhara Occidental no es precisamente Afganistán con un terreno escarpado y montañoso, preparado para una guerra. El Sáhara es un extraordinario desierto, donde no hay posibilidad de esconderse. Los helicópteros marroquíes acabarían con el enemigo con los ojos cerrados.

Mohamed VI es sumamente hábil. Sabe que mientras Occidente piensa que Marruecos está aislada -desde el punto de vista formal- tiene el “derecho” de acogotar al enemigo.

Por otra parte, los saharauis también reconocen que como les puede ir menos mal es haciéndose las víctimas. Ganan tiempo y, en el terreno diplomático, pueden conseguir avances.

De todos modos, no nos engañemos. Marruecos jamás entregará el Sahara a los saharauis.

Ni está en sus planes ni en su agenda. Sobre todo porque hay ahí demasiado petróleo para vender o repartir.

Y sino que se lo pregunten a algunas empresas estadounidenses que tienen una pierna por esos lares.

La presión exterior es limitada. La ONU seguirá con su eterna mediación, sin exigir el fin de la ocupación.

El mismo Estados Unidos ve con simpatías a Marruecos (Rabat es un aliado estratégico vital y no le forzará). No olvidemos que los servicios secretos marroquíes -junto con los cubanos- están considerados como uno de los mejores del mundo.

La UE apenas pinta en este caso, pese a los fuertes lazos económicos y comerciales. Francia mira a su propio interés. Y también España (Pesca, inmigración, Ceuta, Melilla…)

De ahí las medias tintas, el pragmatismo, la incomodidad, el intento inútil de salvar la cara, las afirmaciones de que no es un conflicto bilateral sino internacional, la tardanza y los matices de la condena a la represión marroquí.

Y todo gracias a la chapucera descolonización fraguada en los estertores del franquismo.

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

Las mentiras sobre Irak

«La primera víctima de una guerra es la verdad»

Con esta frase, el periodista australiano y fundador de Wikileaks (sitio de denuncias), Julian Assange defiende la filtración de 391.000 documentos secretos sobre la guerra de Irak, de 2003.

Archivos que demuestran la pasividad de EEUU ante casos de abusos, tortura, violación y asesinatos de civiles. Y que saldrían de la misma fuente que filtró en julio los 90.000 informes sobre Afganistán. Papeles que mostraban la cara sucia de la guerra en aquel país, y el video de la matanza de doce civiles en Bagdad son los dos mayores bombazos informativos de Assange hasta la fecha.

Todo esto ha puesto en jaque el Pentágono, que ha optado por callar.

El viernes se destaparon también el número de bajas civiles: se cifra en más de 100.000 los iraquíes fallecidos (de ellos 70.000 civiles); lo que significa que cada día, durante seis años, morían 33 iraquíes de a pie. Cifras aproximadas que provienen de iraqbodycount.org, la web británica que desde la invasión en 2003 da un parte diario sobre bajas.

El editor de Wikileaks demostró muy pronto por qué es el hombre más odiado por el Pentágono y la CIA. «La mayoría de las guerras comenzadas por democracias han incluido mentiras«.

Vídeo completo (ofrecido por el diario EL PAÍS)

Los documentos revelan que el Ejército estadounidense mintió cuando sostuvo en reiteradas ocasiones que no guardaba un registro de los civiles muertos en la guerra.

También demuestran que el derrocamiento de Sadam Hussein no trajo consigo el fin de la tortura.

Las fuerzas de seguridad iraquíes, entrenadas y equipadas por EEUU, protagonizaron numerosos casos de abusos, que los norteamericanos conocían sin hacer nada por impedirlos.

((Pinchar en el mapa para ver la correlación de bajas civiles))

Habría que hacer una precisión: los datos de Wikileaks provienen de informes del Ejército de EEUU. En su mayoría pueden ser imprecisos o subjetivos, aunque en conjunto sirvan para hacerse una idea de cómo se ha desarrollado la guerra, día a día, en estos últimos seis años.

Al parecer, el Ejército iraquí formaba parte de un sistema creado por la coalición ocupante basado en la ‘vista gorda’.

Según explica el diario The Guardian, cada escenario de este tipo era recogido por los aliados bajo el título «ninguna investigación es necesaria».

La lectura que han hecho los medios que han tenido acceso a los archivos por adelantado (Le MondeThe GuardianDer SpiegelIraq War Logs y The New York Times) ayude. Este último explica cómo los militares estadounidenses estaban al corriente de los abusos que estaban cometiendo las fuerzas iraquíes.

El periódico enumera latigazos, quemaduras, violaciones y hasta amputaciones. También amenazas por parte de los marines estadounidenses a los detenidos con trasladarlos a las prisiones gestionadas por Bagdad.

Existe una gran cantidad de informes médicos sobre presos que fueron encapuchados, colgados por muñecas o tobillos y sometidos a electro shocks o palizas.

Pero parece demasiado fácil hacer que recaigan todas las barbaridades cometidas en Irak sobre el Ejército o las fuerzas de seguridad iraquíes. El recuerdo de Abu Ghraib (en la fotografía) sigue presente.

Para empezar, porque las fuerzas de la coalición conformaron, dieron el visto bueno y adiestraron a ese nuevo Ejército.

Para continuar, por datos como los siguientes: EEUU estuvo involucrado en la muerte de más de 600 civiles en los ‘check points’.

Y eso, tal y como indica el periódico estadounidense, fue una de las principales causas que provocaron un aumento de la violencia sectaria a partir del tercer año de la guerra. (Ver tabla)

Y por último, porque ese laissez-faire («dejad hacer, dejad pasar») ha sido un objeto recurrente por EEUU y le ha costado muchos disgustos tanto a Washington como a Londres.

Reino Unido ha sido acusado en numerosas ocasiones de permitir que la Inteligencia paquistaní, por poner un ejemplo, torturara a sospechosos de terrorismo detenidos en Afganistán. Detenidos que luego iban a parar a Guantánamo donde eran torturados por militares estadounidenses. Una externalización de la tortura de la que EEUU se ha aprovechado en los años de la guerra contra el terror.

Los informes de los militares estadounidenses revelan que más de la mitad de los civiles muertos en los últimos años (unos 30.000), cayeron por ataques de la insurgencia.

El arma más letal de los militantes chiíes son los denominados ‘Dispositivos Explosivos Improvisados‘ (IED por sus siglas en inglés).

De fabricación casera, los IED son bombas que la insurgencia suele colocar en carreteras y caminos.

Para tener una visión de conjunto de su efectividad, sólo hay que ver las cifras de Wikileaks sobre Afganistán: esos artefactos se cobraron la vida de más de 2.000 personas en los últimos dos años.

LA INFLUENCIA IRANÍ

Otro de los puntos relevantes de la filtración de Wikileaks es la participación de Irán en el conflicto.

En diciembre de 2006, la insurgencia capturaró a varios miembros del Ministerio de Educación Superior iraquí. EEUU, gracias a un informe de la Inteligencia, previó una posible ofensiva para llevar a cabo secuestros de militares amerianos.

Según The New York Times, esos milicianos iraquíes fueron entrenados por los Guardianes de la Revolución iraníes, el brazo armado del régimen de Teherán.

Los informes no se limitaban a hipotéticos secuestros, sino que aportaban evidencias del armamento suministrado por Irán a la resistencia iraquí.

JULIAN ASSENGE

Guste o no, Julian Assange es el guardián de los grandes secretos, el nuevo adalid del periodismo combativo.

Wikileaks, el portal que dirige, se ha convertido en el espacio de las grandes filtraciones, en el lugar donde se derriban las verdades oficiales.

«El secreto es esencial para un imperio», dijo Daniel Ellsberg en su día.

El autor de la filtración de los papeles del Pentágono en 1971 se presentó en Londres el viernes para apoyar la publicación por Wikileaks de los cerca de 400.000 documentos secretos relacionados con la guerra de Irak.

Tanto ahora como en la época de la guerra de Vietnam, el Estado tiene razones para ocultar lo que ocurre en un conflicto armado.

Assange sigue argumentando que la iniciativa trata sólo de «esclarecer la verdad» de lo ocurrido durante el conflicto: «los ataques contra la verdad comienzan antes de una guerra, continúan durante el conflicto armado y persisten, como ha ocurrido en el caso de Irak, hasta mucho después».

Lo cierto es que los 15.000 civiles muertos de los que no se había tenido hasta ahora noticia equivalen a cinco veces las víctimas del ataque terrorista del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York.

Por primera vez se conocen además los nombres de muchas de esas víctimas y «cada uno de ellos cuenta una historia de sufrimiento humano y de muerte», afirma un representante de la ONG Iraq Body Count; y según el cual «no podrá cerrarse el capítulo de ninguna guerra hasta que se reconozca hasta la última víctima».

«Pedimos por ello a todos y también al Gobierno estadounidense que apoyen nuestro trabajo», agrega tras señalar que un 80% de los muertos en Irak desde 2003 eran civiles.

Por su parte, el investigador principal de la ONU sobre la tortura -Manfred Nowak- afirma que el Gobierno de Obama tiene la obligación «legal y moral» de llevar a cabo una investigación sobre esta complicidad con torturas, ejecuciones extrajudiciales y crímenes de guerra: «Los responsables deben ser llevados ante la Justicia y las víctimas, recibir la compensación apropiada».

Amnistía Internacional mantiene una posición similar. Y recuerda que EEUU no puede evadir su responsabilidad sobre lo que ocurría en las prisiones de Irak: «Estos documentos prueban que las autoridades de EEUU eran conscientes de estos abusos sistemáticos durante años, y sin embargo entregaron a las fuerzas de seguridad iraquíes el control de miles de iraquíes que tenían detenidos», ha afirmado Malcolm Smart.

Los documentos filtrados abarcan de enero de 2004 a diciembre de 2009.

No incluyen, por tanto, la invasión propiamente dicha, aunque sí los primeros meses de mandato de Barack Obama. Difícilmente podrá, sin embargo, responsabilizarse al actual inquilino de la Casa Blanca, que en agosto pasado acuarteló las últimas unidades de combate de EE UU.

A Zapatero le reafirmará en su decisión, tan criticada entonces, de retirar las tropas españolas de Irak, nada más ganar las elecciones de 2004.

Y al primer ministro irakí Al Maliki le deja en una situación aún más delicada, al frente de un país incapaz de formar Gobierno tras las elecciones de marzo pasado. Aunque quizá el más preocupado sea el Pentágono, que ha encontrado en una simple página web -que ya difundió en julio pasado 75.000 archivos secretos sobre Afganistán- a un enemigo hasta ahora imbatible: una nueva forma de guerra asimétrica que ningún manual de estrategía había previsto.

Esperemos que no se vuelva a repetir lo que sigue siendo una verdadera orgía de sangre.

Aunque, es curioso. Desde que la agricultura se creó hace siglos (en el Neolítico), el hombre sólo ha sabido hacer una cosa: matar con tal de tener más tierras, y con ello más poder.

Parece pues que estamos abocados a vivir en continuos conflictos para perpetuarnos.

¿Hay salida a tanta injusticia? Es que, ¿no podemos vivir en paz?

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

Periodismo ‘incómodo’ en RTVE

El día en que el Gobierno de Zapatero anuncia la remodelación de sus Ministerios; la 3ª desde 2008, en esta segunda legislatura.

La periodista de TVE, Ana Pastor (que ha dejado de trabajar esta misma semana por estar embarazada) ha «apretado» y mucho a algunos de sus invitados en el programa de «Los desayunos».

Siempre desde la objetividad y la pluralidad que caracterizan a la tv pública.

Pero, claro, este hecho no siempre gusta a los entrevistados como, por ejemplo, Esperanza Aguirre. De «interrogatorio» calificó la presidenta de Madrid la entrevista del pasado jueves.

Sin embargo, una recopilación de otras entrevistas hechas en demuestra que Pastor hace preguntas ‘incómodas’ a los invitados, sin importar su signo político. Leire PajínCelestino CorbachoAlfredo Pérez RubalcaJosé MontillaElena Salgado.

((pinchar en la foto para ver el vídeo))

No es la primera vez que medios de comunicación afines a la derecha critican la labor de la periodista de TVE cuando tiene enfrente a políticos conservadores, a los que, aseguran, ‘aprieta’ más que a los socialistas.

En una entrevista, nunca se sabe.

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

Schsss…Periodismo

RELATO DE UNA MORDAZA CONTRA LA INFORMACIÓN

El viernes pasado, el periódico italiano -de tendencia izquierdista- La Repubblica aparecía de esta guisa.

En blanco y con una nota tipo «post-it» en la que se leía La ley mordaza negará a los ciudadanos el derecho a estar informados. Una declaración de intenciones por parte de la prensa contra la denominada ley mordaza. Un proyecto normativo que el Senado romano -donde el partido gubernamental del Pueblo de la Libertad (PDL) tiene mayoría absoluta- aprobaría un día antes. ¿Su finalidad? Limitar las escuchas telefónicas en las investigaciones judiciales y policiales, al tiempo que castiga incluso con penas de cárcel a los periodistas que publiquen su contenido.

Un despropósito a la libertad de expresión, en toda regla.

BERLUSCONI no es un ángel

Que el primer ministro italiano no es Santo de devoción de mucha gente, no es novedad.

Según Ezio Mauro, de La Repubblica, la ley “es una nube de chantajes bajo la cual todos nos arriesgamos no ya a dejar de interceptar sino a dejar de informar”. Y es criticada no sólo por la mayoría de los medios, sino también por magistrados que dicen que dificultará su lucha contra la corrupción y el crimen organizado.

Corriere della Sera habló de «un día negro» para la justicia. Y L’Unita, el diario del mayor partido de la oposición, utilizó para titular una tipografía que se usaba cuando el dictador fascista Benito Mussolini gobernaba Italia con puño de hierro y controlaba los medios.

Berlusconi aduce que la nueva norma es necesaria para proteger la privacidad. La oposición responde, y acusa al Gobierno de maniobrar para encubrir la corrupción con otra ley hecha a medida, tras aprobar otras normas para evitar su procesamiento mientras esté en el cargo.

Sea como fuere, ésta es la trigésimo cuarta ocasión en la que el Ejecutivo de Roma recurre desde el inicio de su legislatura en 2008 a la llamada «cuestión de confianza«; una estrategia muy utilizada por los gobiernos de ese país para acelerar las aprobaciones de las leyes, ya que permite saltar el debate de enmiendas y el parlamentario.

Así con todo, la nueva norma prevé -entre otros asuntos- condenas de hasta 30 días de cárcel o sanciones de hasta 10.000 euros para los periodistas que publican las escuchas durante las investigaciones o de las actas bajo secreto; mientras que fija multas de entre 300.000 y 450.000 euros para los editores que lo hagan.

De momento, el sindicato de periodistas ha tomado cartas en el asunto, y ha convocado una huelga para el 9 de julio.

Berlusconi, considerada la persona más adinerada de Italia (con una fortuna de 6.500 millones de dólares) -según la revista Forbes-, tiene varios tentáculos en el mundo audiovisual. Posee las cadenas televisivas Italia1, Rete 4 (duopolio televisivo Rai-Fininvest); las francesas Chain y Cinéma 5; además de poseer la mayor participación de la cadena española Tele 5.

Su imperio se extiende también al terreno de la prensa escrita. En 1976 compró participaciones de Il Giornale. Al final de su carrera como empresario mediático, en 1990, obtuvo la presidencia del grupo Mondadori, editor del periódico La Repubblica y de los semanarios L’Espresso, Epoca, y Panorama.

Más tarde, adquiriría la cadena de tiendas de vídeo Blockbuster, portales de acceso a Internet y una participación en Olivetti. En definitiva, todo un conglomerado que se conoce bajo la marca Mediaset y que aúna televisión, prensa, edición, internet y publicidad.

En fin, que parece que a Silvio Berlusconi no le basta con controlar tres de los cuatro principales canales de televisión privados de Italia e influir decisivamente sobre otros dos estatales. Y todo en un país con baja lectura de periódicos.

La nueva mordaza berlusconiana podría tener algún sentido en un país donde el jefe del Gobierno y los altos cargos públicos estuvieran absolutamente exentos de cualquier sospecha de colisión con la justicia. No es el caso. En Italia hoy las escuchas son medio imprescindibles para investigar a la mafia y sus conexiones con políticos y empresarios.

CHÁVEZ por decreto

Otro tanto ocurre en Venezuela, donde su presidente Hugo Chávez le gusta actuar por decreto. Ya dicen que las comparaciones son odiosas, pero no tengo por qué actuar de buena fe, y comparo.

Otro ejemplo de nepotismo considerable.

Al amparo de la Ley Especial de Delitos Mediáticos, el sábado tuvieron lugar dos nuevas acciones policiales y judiciales contra personajes de la industria periodística, críticos con su presidente. Por una parte,contra Guillermo Zuloaga -propietario del canal de noticias Globovisión-, y por otra el periodista, Francisco Pérez.

¿Su delito? Ser dos cabezas visibles contra el gobierno venezolano.

La suerte o la perspicacia ha hecho que Zuloaga no se encontrara en casa (en paradero desnococido). Una mente pensante a quien desde hace tres meses le sigue un proceso judicial por «vilipendiar» al presidente Chávez a través de unas opiniones emitidas durante la reunión semestral de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

El responsable de este organismo, Alejandro Aguirre, ha puesto el grito en el cielo: «Una vez más se está demostrando en Venezuela que no hay independencia de poderes, un valor esencial de la democracia, ya que la Justicia pareciera que actúa cada vez que el Presidente habla o lo ordena». Y añade que «no es la primera vez que pasa, pero nos preocupa que esto suceda cada vez con mayor frecuencia, lo que representa una afrenta directa al carácter democrático del ciudadano venezolano».

Pero Francisco Pérez no tuvo tanta dicha.

El viernes un tribunal le sentenciaba a cumplir una condena de tres años y nueve meses de prisión por los delitos de «ofensa a funcionario público e injuria contra persona encargada de servicio público». Con 40 años ejerciendo su profesión, Pérez fue demandado por el alcalde de la ciudad de Valencia -Edgardo Parra- después de haber escrito en su columna de opinión del diario El Carabobeño que familiares de Parra ocupaban altos cargos dentro de la alcaldía.

Carlos Boyero, ya lo dice en EL PAÍS:

Cuentan que el poder de Hearst, dueño de gran parte del periodismo norteamericano, poseía capacidad para que su país declarara una guerra. Pero es probable que el electorado se mosqueara si el rey de la opinión impresa hubiera pretendido gobernar desde la Casa Blanca. Por la importancia de guardar las apariencias, de no hacer ostentación de la desvergüenza.

Berlusconi no tiene esos problemas de imagen y además la mayoría de sus paisanos le ríen la gracia de compaginar la jefatura del país con la posesión de la mayoría de las televisiones privadas y el control de la pública. También la imposición de esa «ley mordaza» para evitar que sus incontables chanchullos puedan ser constatados por la opinión pública a través de las aviesas informaciones de los despreciables disidentes. En nombre de la inviolable privacidad.

Esas mordazas no son privilegio exclusivo del golferío facha. Chávez, ese aspirante a Stalin, ese grotesco izquierdista al que también legitiman los votos, ha declarado en búsqueda y captura por el delito de conspiración al dueño de Globovisión, la cadena de televisión empeñada en criticar su revolucionaria política y su sagrada personalidad. Qué raro que vean la luz las imágenes del ejército judío disparando desde las lanchas a los tripulantes del Mavi Mármara. Otra calumniosa invención de la conjura antisemita, certificará Yahvé.

Seguimos estando EN EL AIRE

Por Iñigo Ortiz de Guzmán


Juárez: la ciudad del silencio

–Te puedo ofrecer mis guardias de seguridad para cruzar. Son de toda confianza.

Con toda normalidad, una desconocida me acaba de brindar parte de su vida. No sé cómo reaccionar: si agradecérselo para después declinar su invitación o tomar su gesto como un presagio de lo que será mi regreso a Ciudad Juárez.

–Es muy peligroso –razona–, y tú eres periodista, mujer, joven, extranjera. Hace poco mataron a un periodista. Matan a quince, veinte en un día.

Esa periodista es Judith Torrea (37 años) y la voz que ofrece su ayuda es Guadalupe de la Vega, esposa de uno de los empresarios más ricos de Juárez. Una ciudad del Estado mexicano de Chihuahua que cuenta con una tristemente alta tasa de criminalidad. En total, 191 homicidios por cada 100 mil habitantes; 3.000 personas asesinadas sólo en 2008; 850 fallecidos sólo en lo que vamos de año por razones de narcotráfico. Unos datos espeluznantes que sitúa a Ciudad Juárez -por segundo año consecutivo- como la más violenta del mundo seguida por San Pedro Sula (Honduras).

La gran mayoría de los asesinatos en Juárez se deben a la disputa entre carteles de la droga, secuestros, y la desaparición de mujeres. Pietro Grasso, Fiscal Nacional Antimafia, explica que en los últimos años el creciente control sobre los puertos y aeropuertos colombianos ha forzado a los traficantes de este país a buscar nuevas áreas de almacenamiento de la pasta de coca destinada al mercado estadounidense y europeo. Y que éstas se han ubicado sobre todo en México, donde los cárteles han conseguido asegurarse el control del territorio.

Para ello se han valido de las mismas estrategias que cualquier otra mafia: el terror, utilizando a grupos de sicarios que asesinan a cientos de testigos, presuntos informadores, magistrados y policías; y la connivencia –obtenida gracias a su inmensa riqueza- de amplios sectores políticos, funcionariales, empresariales y profesionales.

La navarra Judith Torrea lleva más de una década tratando el periodismo de denuncia. Especialista en crimen organizado, pena de muerte, inmigración y política. Desde 2001 está afincada en la frontera de México con EE.UU. después de darse cuenta de esos atropellos.

Torrea decidió hace un año poner sobre el tapete los estragos que sufre la zona de una manera fácil y cercana. A través de su blog. Y eso mismo, ese trabajo valiente le ha valido el Premio Ortega y Gasset de periodismo digital, que recibe hoy. Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico cuenta el día a día sobre la llamada ‘guerra contra el narcotráfico’. Da cuenta de los crímenes de las mafias de las drogas, historias que no siempre llegan a las páginas de los medios tradicionales.

La violación de los derechos humanos, según ella, siguen siendo el santo y seña . Crímenes que bajo el lema guerra contra el narcotráfico pone en entredicho -según Judith- al presidente de Mexico, Felipe Calderón. Una situación que sin embargo ha creado más violencia, más miedo, una ciudad fantasma.

La bloguera y periodista freelance acusa a las administraciones mexicanas de querer acallar a la población, de tratar a los ciudadanos como narcotraficantes cuando son sólo trabajadores. Asegura, además, que no ve llegar el fin de la violencia a la urbe y descalifica la supuesta ofensiva del gobierno mexicano contra los cárteles: «No han ido a por el lavado de dinero ni a por la corrupción política, ni de las autoridades, que son los pilares básicos«.

Cuando a mediados del mes de abril se supo de este galardón, Judith lo dedicó “a las mujeres desaparecidas, a toda la gente que sobrevive cada día en Ciudad Juárez sin saber si va a vivir un minuto más, en una ciudad militarizada, donde el peligro está en estar vivo”. En definitiva, a las 5.500 personas que han sido asesinadas y a los 10.000 niños huérfanos.

Pero ahí sigue, viendo cómo muchos colegas callan, se autocensuran o caen en las redes de la corrupción política.

Muchas de sus fuentes han terminado en ataúdes o emigrado a Estados Unidos. Ella misma ha sido advertida y dice «si quieren matarte, te matan» pero sus post siguen relatando las injusticias y los silencios.

Todo comenzó cuando Torrea visitaba a los mexicanos que aguardaban en el corredor de la muerte en EE.UU y acudía a las ejecuciones. Trabajaba para The Texas Observer -cuando George Bush era gobernador en dicho Estado-, un periódico independiente de investigación. El día que cruzó el puente de Santa Fe de Ciudad Juárez descubrió otro mundo. «Había pobreza, droga, prostitución, pero mucha dignidad. Aquello me impactó y me atrapó«. De eso hace ya 13 años, y hoy es la única periodista extranjera que vive en Ciudad Juárez.

Una mujer que cuenta lo que sabe hacer: informar.

Muchos, en cambio, se han quedado atrás. Mujeres mexicanas que, en busca de sus maridos desaparecidos, son asesinadas. Decenas de periodistas que, en su afán de contar lo que ocurre a lo largo y ancho del Planeta, fallecen en el intento.

En 2008, Armando Rodríguez investigaba sobre las conexiones del narcotráfico y los cargos gubernamentales en Ciudad Juárez con un trabajo periodístico que bien valía un premio pero, a cambio, un sicario le tiroteó en la puerta de su casa a los ojos de su hija. El periodista era un personaje incómodo para los narcos y los políticos corruptos mexicanos. Le habían amenazado, pero Armando siguió trabajando hasta que los protagonistas de sus investigaciones decidieron acabar con él.

Con motivo ayer del Día Mundial de la Libertad de Prensa habría que recapacitar y valorar sobre los excelentes trabajos de los profesionales de la comunicación. Por mucho que, a veces, se nos degrade. Ni todos tenemos los mismos valores, ni todos tratamos los temas con impunidad.

Según un estudio realizado por Reporteros Sin Fronteras, en 2010 han muerto nueve periodistas mientras que 165 han sido encarcelados. También recoge que al menos 120 personas han sido detenidas por informar a través de Internet, que se ha convertido en un medio cada día más vigilado por las autoridades en países como Irán, Rusia o Cuba.

Nada ni nadie acallará -por suerte- a los informadores. Gracias al periodismo de denuncia, a la fotografía, a la verdad, a la precisión, a las historias de gente anónima, a la vida…hoy somos lo que somos. Y, lo que es más importante, sabemos lo que sabemos.

Cada mañana, Guadalupe de la Vega vuelve a la vida, a Ciudad Juárez, donde también le espera la muerte. Regresa al Hospital de la Familia que fundó. Sobrevive a la guerra con ingenio:

–En medio de una balacera, nos llegó un mensaje: si salvan a los heridos, los vamos a matar a ustedes y a ellos. Atendimos a los heridos y a la vez organizamos un concierto de flauta clásica. Cuando entraron, no supieron qué hacer.

Son las nueve de la noche y llego con dos guardaespaldas a Ciudad Juárez. Nada más cruzamos el puente fronterizo, estos avisan a sus compañeros que han llegado para que les entreguen sus armas, que no pueden entrar a Estados Unidos.

Las calles están vacías. Sólo pasean los camiones del Ejército. No encuentro a Ciudad Juárez, mi querida Juárez. Sólo quedan sus héroes cotidianos.

(Judith Torrea)