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«El feo»

Diez años han pasado desde que la cantante mexicana Lila Downs la incluyera en su álbum ‘La Línea‘.

«El Feo», una canción escrita por el compositor Demetrio López, y que me acaban de dedicar…

Si te hablan de mi muchachita
Si te hablan de mi en tu presencia
Diles que yo soy tu negro santo
Diles que yo soy tu negro santo

Yo soy un feo
Un feo que sabe amar
Con todo su corazón
Que te quiere de verdad

Paginí kavenash, paduagüinge,
Paginí kaveké pechimilu
Shllindidó, ndanganá pati feuna
Shllindidó, ndanganá pati feuna
Li mananu, cafeum garana shi
Rudgidubilashidó, nesachagan alhelí
Li mananu, cafeum garana shi
Rudgidubilashidó, nesachagan alhelí

Yo soy un feo
Un feo que sabe amar
Con todo su corazón
Que te quiere de verdad.

Sin palabras, me quedo.

Desde aquí…Gracias. A ese corazón inquieto.

© Iñigo Ortiz de Guzmán

YOROKOBU

ESTAR FELIZ (en japonés)

Jean Paul Sartre: «Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace»

Estoy ilusionado/feliz de presentar mi nueva propuesta de diseño audiovisual, a la que he llamado YOROKOBU.

Una manera más eficaz y rápida de presentar mi blog periodístico –Retazos del Mundo-, así como fotografías, vídeos y tendencias musicales.

En definitiva: Un todo en uno…

Compromiso: actualización diaria.

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

No. 1: Cher

Cherilyn Sarkisian- Cher (California, 20 mayo 1946)

Cher, la mítica cantante, sigue siendo uno de los personajes más influyentes de la sociedad americana.

Su estilo personal, su forma de expresarse y la majestuosidad con la que lleva a cabo su trabajo son los indicadores de que es una artista completa de las que ya no quedan.

CHER VUELVE, Y SE DESPACHA BIEN A GUSTO

La sexagenaria ‘mujer milagro‘ abandona su retiro dorado de Las Vegas, y regresa por la puerta grande con una espectacular portada en la edición norteamericana de diciembre del Vanity Fair.

Una extensa entrevista con la artista en la que comenta todo tipo de temas: el Tea Party, los impuestos, el paso de los años o su propio hijo son los hilos conductores de una charla que ya está provocando varias reacciones en los Estados Unidos.

Y, como siempre, la verborrea es su nota característica. Esta mujer no tiene pelos en la lengua, y para comprobarlo, sólo con leer su entrevista vale.

Sobre Sarah Palin (líder del Tea Party) comenta: «He llegado a estar tan obsesionada con esto de las votaciones al Senado que podría decir que Sarah Palin ha interferido en mi vida. Cuando la ví y la escuché pensé que era el fin del país, una imbécil siempre será una imbécil«.

Además, confiesa lo bien que está envejeciendo la actriz Meryl Streep: «Meryl está genial. Esa puta estúpida está mejor que todos nosotros, pero a mí no me gusta. Estoy harta de decirle a mi familia que haga ejercicio, el día de mañana necesitarán fuerza y nadie se la va a dar. Nunca pensé que iba a llegar a esta edad«.

Y habla de su hijo Chaz -antes hija, Chastity-: «Si mañana me levantara en el cuerpo de un tío me pondría a gritar como una loca. Eso sí, no habría llegado nunca al punto que ha llegado mi hijo. Es una chica, chico, muy lista. Con los pronombres y el género aún me hago un lío«.

La cantante, actriz, compositora, diseñadora y productora habla que su relación con los hombres ha cambiado mucho a lo largo de su vida y que, hoy en día, ellos «no son más que un rico postre«.

QUIEN LA HA VISTO Y QUIEN LA VE

A sus 66 años, ha acaparado miles de portadas, de discos, y películas de renombre.

Conocida como «Goddess of Pop» (La Diosa del Pop), Cher llegó a la fama en 1965, formando parte del dúo musical Sonny & Cher, junto con su ex esposo Sonny Bono.

Posteriormente Cher se establecería como solista.

En total, 25 álbumes de estudio, varias compilaciones y 56 sencillos. Las ventas rondan entre los 100 millones (formato album) y los 250 millones de dólares (incluyendo sencillos) a nivel mundial.

El más notable es «Believe». Fue número uno en 23 países y la hizo acreedora al premio Grammy, además puede considerarse como la tercera canción más exitosa de toda la historia interpretada por un artista de sexo femenino detrás de “My Heart Will Go On” de Céline Dion y “I Will Always Love You” de Whitney Houston.

Logró, nada más y nada menos, que vender 36 millones de copias con este single.



Su faceta interpretativa comenzó a mediados de 1970, como actriz de televisión; y ,de cine, a comienzos de 1980. Siete años más tarde ganaría el premio Óscar como mejor actriz por la película ‘Hechizo de luna’.

Una comedia romántica que trata sobre Loretta Castorini (Cher), una emigrante italo-americana que está comprometida con Johnny Cammareri (Danny Aiello), aunque antes del matrimonio viaja a Palermo. El padre de Loretta no aprueba el matrimonio porque cree que Loretta tiene mala suerte en los matrimonios. Y es que el primer marido de Loretta murió atropellado por un autobús.

Johnny tiene que marcharse a Sicilia para visitar a su madre, que se encuentra muy enferma, y pide a su prometida que avise de la boda a su hermano Ronny (Nicholas Cage), que está enfadado con él. Loretta acude a visitarle en una noche en la que hay luna llena y entre ambos surge un fuerte flechazo que ella, al principio, se niega a reconocer. Además, el resto de los miembros de la familia de Loretta también se ven influenciados por la luna ese día y sus vidas sufren un cambio repentino.

Pero antes, Cher ya había rodado ocho películas, entre las que se encuentran las más exitosas: ‘Silkwood’, ‘Las Bujas de Eastwick’ o ‘Mask’ (Máscara).

Esta última, una historia real que narra la tragedia de una madre sin demasiados medios, que tiene que sacar adelante a su hijo, aquejado de una extraña enfermedad que provoca macrocefalia por la acumulación de material calcáreo en la cabeza.

Contrariamente a la imagen fría que se puede tener de ella, incluso banal, la artista ha apoyado proyectos benéficos.

Precisamente, después de su participación en este último film, Cher se convirtió en una de las principales figuras públicas en brindar apoyo a los niños y jóvenes con deformaciones faciales. También dona las ganancias de sus conciertos para las fundaciones que tratan esta enfermedad.

En 1998 actuó junto con Elizabeth Taylor en el Festival de Cine de Cannes, en actividades para promover la conciencia pública sobre la situación de las víctimas del SIDA.

Actualmente participa activamente en la fundación Children’s Cranifacial Association.

Con una carrera que rebasa las cuatro décadas y sin mostrar signos de decadencia, Cher ha sido conocida por ser un icono pop; así como por ser una de las pocas cantantes consideradas divas de la música además de su joven apariencia, debido a sus múltiples cirugías plásticas -y que ella misma reconoce.-

Lo cierto es que, a lo largo de su dilatada carrera profesional, varios han sido los logros y récords conseguidos por una mujer.

Ha sido nominada siete veces al premio Grammy (conseguido con «Believe» en 1999), dos al Óscar («Hechizo de Luna» le dio la estatuilla como mejor actriz); en seis ocasiones ha estado entre la lista para conseguir el Globo de Oro (galardonada con tres premios).

Y todo esto, entre una larga lista de logros artísticos.

De lo que no cabe duda, es que por ahí donde ha pasado -con sus mejores y no tan buenos momentos- Cher ha puesto su impronta.

Este mes -el 24- se estrena su última producción cinematográfica: ‘Burlesque’ (2010), en la que comparte cartel con Christina Aguilera, quien hace de su hija. Un musical del estilo de ‘Nine’ o ‘Showgirls‘ que trata de recuperar las nuevas y viejas glorias del panorama del séptimo arte y de la canción.

La abuela del pop parece haber cumplido el sueño de Julio Verne y viaja en el tiempo.

Cosas de los retoques…

Desde hace tres años lleva llenando cada noche el Caesar Palace de Las Vegas con sus conciertos y su majestuosa figura, que ahora la podemos apreciar pues en el último número de Vanity.

En definitiva: talento como actriz, buena voz, trayectoria intachable, imagen propia y una inteligencia que se evidencia en cada entrevista. ¿Quién da más? Nadie, ella es la número 1.

Por Iñigo ortiz de Guzmán

El mítico Walkman

Se cumplen 31 años desde que el primer Walkman de Sony llegó al mercado, revolucionando la forma de escuchar canciones y creando el concepto de música en movilidad.

Aunque es una fecha significativa, la firma japonesa no está este año para celebraciones, tras los últimos resultados en los que ha anunciado pérdidas millonarias

El fabricante, que también produce los ordenadores Vaio y cámaras Cyber-shot, entre otros productos, lleva varios años sin lograr sacar al mercado un producto tan revolucionario y puntero como el reproductor portátil de casettes.

De hecho, aprovechó su experiencia en el segmento de la música en movilidad tras el popular Walkman, y su posterior versión para CD (el Discman), en la dirección equivocada.

Tras el lanzamiento de estos productos la compañía se enredó en el desarrollo de los reproductores Minidisc, dejando que Apple se hiciera con este mercado con sus atractivos reproductores MP3, los iPod.

Así, la compañía nipona ha logrado vender 400 millones reproductores Walkman en más de tres décadas, mientras que la firma americana (Apple) ha superado la cifra de 210 millones de iPod en nueve años.

«Podemos crear una nueva emoción a la gente con el Walkman”, expresaba Akio Morita, cofundador de Sony en un vídeo de 1989 que celebra los diez años de este dispositivo.

“Tenemos que hacer más y más productos como el Walkman”, aseguraba orgulloso. En aquellos años el walkman se encontraba en la cumbre de su popularidad, cuando todavía era imposible imaginar en lo que se ha convertido hoy en día: en un objeto retro y un bonito recuerdo para los nostálgicos, pero enormemente incómodo y anticuado a la hora de utilizarlo.

EL ‘WALKMAN’ MUERE EN EL PAÍS QUE LO VIÓ NACER

Lanzado al mercado en 1979, el magnetófono con auriculares de tamaño reducido apto para llevar a cualquier parte causó furor inmediatamente en todo el mundo y ha sido un icono ineludible de la década de los 80 y los 90.

Apenas había echado a andar el siglo XXI cuando eclosionó la música sin soporte físico en formatos como mp3 o AAC y sus respectivos mini reproductores digitales.

Y, a partir de entonces, el portacasetes -con su compleja ingeniería-envejeció a marchas forzadas y rápidamente empezó a ser visto por las nuevas generaciones como un aparato engorroso y desfasado.

Hoy en día resulta una tarea realmente difícil encontrar un walkman en el escaparate de alguna tienda de España.

Pero la estocada final la dio Sony el pasado viernes al anunciar que cesaba su producción en el país que lo vio nacer, Japón.

Ha decidido pulsar el ‘stop’.

Esto no significa que muera definitivamente: los reproductores portátiles de CD, que aún tienen recorrido en el mercado, así como los de mp3 e incluso los teléfonos móviles de Sony mantienen la denominación walkman.

Y tampoco es el adiós definitivo del simpático reproductor de casetes.

Y es que la firma japonesa mantendrá su producción y venta en China (otorgando la licencia), para poder seguir distribuyéndolo en Oriente Medio, Europa y América.

Pero la invención de un aparato móvil que permitiera escuchar música no es de Sony.

El invento de un cinturón estéreo corresponde al alemán Andreas Pavel y Sony no lo reconoció hasta 2004.

Pavel patentó su idea en 1977 en Italia. En 1980, Pavel inició negociaciones amistosas con Sony. La compañía aceptó el pago de royalties, pero se negó a reconocer que Pavel fuera el inventor del concepto. En 1989, Pavel inició un pleito en Reino Unido para que Sony lo reconociera como tal. Tras siete años de proceso, la justicia no respaldó las pretensiones de Pavel que se arruinó por culpa de los costes procesales a los que tuvo que hacer frente.

EL CASETTE HA MUERTO

¿Quién no se acuerda de los que rebobinábamos los casettes con un lápiz para ahorrar pilas. Inolvidable el Play/Rec para grabar esa canción que nos gustaba, y las calenturas con la radio que metía “Exclusivo de FM X” y nos arruinaba el tema?

Según datos de Promusicae (la asociación de Productores Musicales de España), en 2008 todavía se seguían comprando casetes; aunque eso sí, apenas se llegaba a las 1.000 unidades frente a otros formatos también ‘retro’ como el vinilo, del que se vendieron 40.000.

Ya en 2009 las ventas de casetes cayeron un 100%, dejando practicamente de venderse de forma absoluta.

Otras tecnologías se han quedado desfasadas: como la fotografía analógica, las cintas de vídeo doméstico (el Betamax o el VHS), los buscadores de internet (Altavista o GeoCities), los radiocasetes de los coches, o los ‘buscapersonas’ (dispositivos de comunicación en un solo sentido).

REPRODUCTORES MODERNOS

Los tiempos cambian. Y la marca californiana Apple, ha sabido como nadie transformar la manera de escuchar y reproducir la música.

Hoy en día, es la primera en ventas -con sus iPods-, y no parece que vaya a menos.

Este y las muy variadas ofertas de lectores de MP3 han acelerado el final del artilugio de Sony, que se ha ganado un lugar en el museo de los restos tecnológicos.

Lo echaremos de menos…

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

El Molino de BCN

Se abre el telón en Barcelona

El emblemático epicentro del cabaret y el music hall del Paral.lel, ha reabierto hoy después de 13 años cerrado. La reforma integral que lo ha adaptado a las necesidades del siglo XXI ha ascendido hasta los 45 millones de euros. Unas cifras exhorbitantes para una época para la actual. Pero para temas culturales no hay que rascarse el bolsillo.

El centenario teatro ha sido protagonista de una profunda remodelación en la que se han conservado la fachada y el pequeño escenario originales.

Sin embargo, el edificio ha crecido en altura: se han construido ocho plantas cuando el original lo formaban solo dos. En ellas se reparten las cocinas, una sala de ensayo, los camerinos, dos anfiteatros, una terraza e, incluso, un club exclusivo en el que solo podrán acceder los portadores de un carnet especial.

La sala principal mantiene su capacidad original –250 espectadores– con la voluntad de mantener la proximidad entre artistas y público, una de las señas de identidad del teatro.

Esta noche el Paralelo volverá a ser golfo y canalla. Alegre y desvergonzado. Deslenguado y mordaz.

El espectáculo inaugural, ‘Made in Paral·lel’, le echará un guiño al pasado desde un presente moderno y multimedia.

Estarán, de alguna manera, las musas pretéritas, alguna estrella internacional y «pequeñas joyitas» representativas de lo que se avecina en el nuevo El Molino.

Música, baile, vedetes, estriptís, humor y magia.

Todo pasado por túrmix cachondo, petardo y contemporáneo que irá a cargo del director y actor de la compañía de teatro The Chanclettes (en su currículo alberga nombres tan dispares como el Festival de Edimburgo, el Gran Teatre del Liceu, la cárcel modelo de Barcelona, Kylie Minogue y Raffaella Carrá).

Elvira Vázquez -que capitanea la empresa- desea que El Molino esté abierto desde la tarde y hasta altas horas de la madrugada, con diversos tipos de espectáculos.

Los lunes serán ‘de autor’; y los martes habrá flamenco. «Será muy dinámico, haremos clases magistrales, talleres… Queremos liderar el movimiento burlesque en Barcelona y España, y hacer una franquicia para que los espectáculos giren fuera», anuncian.

Desean, además, convertir el club de «amigos de El Molino» en un bar privado con una terraza con vistas a la mítica calle barcelonesa; y que la platea se convierta en un selecto punto de encuentro cultural. «Queremos que sea un lugar donde las gentes de la farándula puedan tomar una copa tranquilamente y compartir ideas», cuenta la asesora Lil Castagnet, mientras improvisa un tango en brazos de Maite Martín.

PASADO de UNAS ASPAS

Lo cierto es que la hermana pequeña del Moulin Rouge parisino fue uno de los más conocidos de Europa durante buena parte del siglo XX.

Con sus características aspas rojas de molino en la fachada, fue el más famoso de los teatros del Paralelo, que llegó a ser bautizada como «la avenida del espectáculo» de Europa, debido a la gran concentración de espacios escénicos que tenía.

El Molino era un cabaret y siempre fue considerado un espacio transgresor de los límites permitidos, con una gran capacidad de crear lenguajes propios, de doble sentido, con el móvil de poder escapar de las censuras de cada época.

Abrió sus puertas en el año 1899, con el nombre de La Pajarera Catalana, concebido como un espacio para espectáculos. Doce años más tarde mejoró sensiblemente la programación, ofreciendo algunas zarzuelas cortas y las actuaciones del Caballero Felip; un ventrílocuo y artista polifacético muy popular en los locales del Paralelo de la primera década del siglo XX (como los cafés-teatro Español y Condal).

También ofrecía un servicio de restaurante dentro del local, con servicio a la carta, y hasta se llegó a organizar un servicio de recogida gratuito de coches de alquiler para facilitar el recorrido de los clientes desde La Rambla hasta el local. Este servicio, que era nocturno, comenzaba a las 10 de la noche y realizaba el trayecto desde La Boquería hasta el local y viceversa.

En Abril de 1905 pasaría a llamarse Gran Salón del Siglo XX, un local que alternaba las variedades con los pases de cine con el cinematógrafo Gaumont. Y, de nuevo en 1908, cambio de nombre: el Petit Moulin Rouge, imitando así al famoso Moulin Rouge del barrio de Montmartre de París, por la similitud de los espectáculos que ofrecía.

En 1936 volvió a cambiar su nombre por el de Moulin Rouge, el cual se mantendría hasta el final de la Guerra Civil. Pero, con la llegada de la dictadura franquista en 1939, el régimen obligó a castellanizar el nombre y quitarle la palabra «rojo», por las connotaciones políticas que podía sugerir. Desde entonces y hasta nuestros días, quedó como El Molino.

El Molino permaneció abierto hasta 1997, apostando hasta el final por el género de la revista.

Al final cerró debido a una conjunción de factores, entre ellos la crisis que afectó a varios teatros del Paralelo, los cambios en la forma de ocio del público, y la falta de ayuda por parte de las administraciones.

Pero, como todo, el pasado se repite; y la cultura no puede ser menos…

¡Benvingut a BCN!

Por Iñigo Ortiz de Guzmán

 

Antony & the Johnsons

Si no fuera por sus gestos amanerados y su delicadísimo, casi imperceptible tono de voz, Antony Hegarty podría pasar por un luchador de sumo.

Este gigante con cara de muñeca de porcelana -que en 2011 cumplirá 40 años- estrena disco con su grupo neoyorkino Antony & the Johnsons. El 4º album de su carrera profesional, con ‘Swanlights‘ (2010).

((hacer click en las fotos para obtener más info))

«La idea de Swanlights es que cuando alguien muere, como el oso de la portada, el espíritu salta del cuerpo y puedes verlo. Por un segundo, lo invisible se hace visible. Vida y muerte conviven«.

Amigo de la también compositora y cantante Björk, Antony siempre -como ella- ha defendido en sus letras el medio ambiente, las injusticias sociales, y ha criticado sobre muchos aspectos. Mucho y contra todo.

No tiene «pelos en la lengua» al hablar de las religiones«Los cultos masculinos como el cristianismo, el islam o el budismo son represores«. El capitalismo: «Las fuerzas económicas acumulan el poder. Más que los Gobiernos, ellos son los que legislan». La política: «Odio a esos retrógrados del Tea Party» (el ala radical del partido republicano en EE.UU.). Incluso las clases medias: «En América votan contra sus propios intereses. Ellos impiden que haya escuelas o bibliotecas. Tienen miedo al comunismo. ¿Los hospitales públicos son comunistas?».


Todos los males tienen, según él, una sola causa: «Vivimos en un mundo dominado por hombres, basado en la dominación, la destrucción de recursos y la violencia». Y no es cosa del ser humano como especie sino del macho como género. «¿Cómo podemos saber que las mujeres son iguales si nunca las hemos dejado gobernar? Ellas apoyan el sistema porque no conocen ninguno mejor».

Resulta curioso este discurso viniendo de un artista cuyas señas de identidad son canciones de una belleza catártica.

Heredero de voces intensas y confesionales (Nina Simone, Billie Holiday, Marc Almond o Jeff Buckley), busca sublimar los sentimientos. «Mi arte no está separado de la realidad. No tiene sentido hacer como si vivieras en un jardín paradisíaco. Cualquier día los soldados van a llamar a tu puerta. Has de conectar tu oasis interior con el exterior». «Mi lucha personal se refleja en mi arte. Soy un artista pop, canto de una forma folk, no tengo una educación académica, no soy particularmente inteligente. Hablo desde el sentido común. Soy lo que soy. Una persona que intenta cantar en el estilo de los artistas pop que amo».

Y su lucha personal empezó con la asunción de su naturaleza transexual. «La perspectiva del mundo de un transexual es distinta. En mi imaginación, un transexual es casi como un animal salvaje. Ha nacido en una familia desafiando los roles que le han sido impuestos por su madre y su padre. Está tan cerca de la naturaleza que le es obligado manifestar su diferencia. Es su papel desafiar lo establecido. Así que, de una forma poética, me gusta pensar que soy parte de la naturaleza».

Todo comenzó hace cuatro años, cuando Antony & The Johnsons publicaron ‘I am a bird now’ (2005).

Un disco colosal, esa clase de trabajo que parece no proceder de ningún lugar físico, ni haber sido registrado en un tiempo que puedas determinar con la referencia de año, mes y día. En su interior, una voz que sin rubor calificamos de celestial, desgranaba versos sangrantes como este: «Algún día creceré / y seré una mujer bella / algún día creceré / y seré una chica bonita / pero por ahora soy un niño / por ahora soy un chico».

Capaz de cantar eso y así, de reconocer de una manera tan cruda el horror del presente mientras parece cegado por la luz de la esperanza, de convertir una realidad dramática en una saltarina canción de niña.

Antony dice cosas como estas cuando habla de su música: «Se trata de expresar emociones y sentimientos. Realmente, en este mundo es difícil encontrar lugares donde poder hablar a corazón abierto. No existen canales para ese tipo de comunicación, ni en la escuela, ni siquiera en la familia. No nos damos cuenta de lo que nos falta, del potencial que no empleamos. Y la comunicación es cada vez más difícil».

A muchos les sorprendió que I am bird now ganara hace cinco años el Mercury Music Prize. El prestigioso galardón que premia al mejor disco británico del año, ya que Antony había hecho su carrera en Nueva York.

Pocos sabían que sus orígenes estaban en Chichester, una localidad de poco más de 20.000 habitantes en el condado de Sussex, al sur de Inglaterra. En esta ciudad, famosa por su bella catedral, Antony recibió una educación católica que chocaba frontalmente con su conflicto interior: ser chico, sentirse chica.

BREVE PERO INTENSA DISCOGRAFÍA

El pequeño Antony tenía un olfato especial para la cultura underground. Su familia vivió en distintas ciudades de Europa y pasaba largas tardes viendo programas de televisión con su canguro. Una de esas tardes sufrió un auténtico shock al ver a Boy George en Top of the Pops. «Aquello fue el triunfo de una vulnerabilidad invencible. Me di cuenta de que la música es lo suficientemente poderosa como para cambiar la vida de alguien«, recuerda.

A principios de los noventa, tras ser rechazado en el Royal College of Art de Londres, Antony ingresó en la Universidad de Nueva York.

Su hogar, sin embargo, lo estableció en los clubs Pyramid y Limelight, donde actuaba a menudo.

Tras un intento frustrado de crear un grupo de teatro, en el año 2000 logró publicar su primer disco Antony & the Johnson, que había grabado en 1997. Este primer trabajo casi no tuvo repercusión, pero a partir de 2003 empezó a recoger los frutos de los años de trabajo. Lou Reed le llamó para hacer coros en su disco de homenaje a Edgar Allan PoeThe Raven, y el cabecilla de la escena neofolk, Devendra Banhart.

Al año siguiente, un pequeño sello independiente americano –Secretly Canadian– fichó al cantante con cuerpo de gigante, voz de ángel y alma de mujer. «Intento manejarme con cautela en el negocio de la música. Sigo en mi compañía porque es pequeña y confío en la gente que la dirige». El balance de cuentas de Secretly Canadian en 2005 fue de susto: I am bird now despachó medio millón de discos en todo el mundo.

Todos estos ingredientes elevaron las expectativas del público ante su nuevo álbum, The Crying Light’ (2008).

Lo grabó durante los últimos dos años en su estudio de Nueva York, donde Antony lleva una vida muy conservadora según dice él mismo, pintando, cantando y haciendo vídeos.

Él mismo desveló algunas claves del álbum: la relación con la naturaleza y los elementos. También sobre la crisis climática, el daño que el ser humano puede hacerle a algo básico y elemental como la naturaleza: «Trato de encontrar mi reflejo en el mundo que me rodea, sentirme menos solo, más conectado con los otros».

En la actualidad, está de lleno centrado en la composición musical de La vida y la muerte de Marina Abramovic. Una ópera sobre la artista serbia a la que -casualidades de la vida- la pude ver el pasado mes de marzo con otra performance en el MoMA de Nueva York.

Estos días han estado ensayando en Madrid Antony, Abramovic y Willem Dafoe (su protagonista), bajo la dirección de Bob Wilson; y la producción de Gerard Mortier y el Teatro Real. El estreno mundial está previsto para 2011 en el Festival Internacional de Manchester.

I need another place
Will there be peace?
I need another world
This one’s nearly gone

Still have too many dreams
Never seen the light
I need another world
A place where I can go

I’m gonna miss the sea
I’m gonna miss the snow
I’m gonna miss the bees
I’ll miss the things that grow
I’m gonna miss the trees
I’m gonna miss the sound
I’ll miss the animals
I’m gonna miss you all

I need another place
Will there be peace?
I need another world
This one’s nearly gone

I’m gonna miss the birds
Singing all this songs
Been kissing this so long

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